Todo el mundo sabe sonreír, quizá unos tienen la sonrisa más bonita que otros, pero todos sabemos hacerlo. Puede que esta facultad la tengamos para poder fingir que todo va bien cuando no tenemos fuerzas de explicar lo que nos pasa. Todos tenemos una sonrisa rota de vez en cuando. Es como la armadura de los caballeros andantes de hace siglos. Servía para simular que estaban protegidos, a salvo, aunque pocas veces eso era real. Es una comparación un poco arcaica, lo sé, pero es tal y como yo lo veo. ¿Cuántas veces sonreímos y aseguramos estar bien, cuando estamos rotos por dentro?¿Cuántas veces queremos que nos miren a los ojos y nos digan que saben que no es cierto?