Dicen que reconocer que nos pasa algo, es el primer paso para solucionarlo. Bien, me pasa la vida. La vida que hoy tengo y puede que en un segundo, deje de tener. Quizá tenga la suerte de vivir cien años más, o quizá mañana deje de existir. Me pasa que no hay tiempo. Que vivo, y vivo mucho. Pero no doy a basto. Necesito siete mil vidas más para ser la persona que quiero ser. ¿Qué debo elegir? ¿qué camino he de seguir? No puedo detenerme, necesito seguir viviendo. Hago, actúo, y pocas veces paro. La naturaleza guía mi ritmo. A veces me canso, pero mi instinto me recuerda que no hay tiempo. Que, a veces, es ahora o nunca.
Escribe sobre lo que conoces... inmortaliza lo que sientes.