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Mostrando entradas de junio, 2015

Aquella noche en la que me dijiste "te quiero"

Eran las once de la noche. Todavía no era verano. Tú y yo jugamos a los amantes enfermizos de locura enamorada. No sé muy bien cómo pasó, pero..., de repente, nuestros labios jugaron a morderse a escondidas en plena luz de la pasión. Nos besamos de diferentes maneras. Al principio, era un beso lleno de dulzura, lo que provocó que el resto del mundo dejase de existir, poco a poco, nuestras lenguas, juguetonas, quisieron explorar en la boca ajena, y finalmente la pasión, de nuevo, se hizo reina de la noche. Así pues, dejamos que nuestros cuerpos actuaran al son de los latidos de nuestro corazón y, entre beso y beso, se te escapó un " te quiero ". Entonces, mi cerebro se percató de lo que eso significaba... y te contesté " yo también te quiero". Así fue cómo comencé a quererte de nuevo, otro día más, un poco más. Un poco mejor.

Se acabó.

-Se acabó.                                                                                                                     -. Y no dijo nada más.  Se hizo el silencio, y lloró. Esperó que él cambiara, y no funcionó. No volvió. Al menos no volvió a por ella nunca mas... Y, aunque su "se acabó " era un último aviso, se acabó de verdad.

Historia de la vida que me diste en aquella finita eternidad.

Todavía recuerdo cómo te besé aquella noche. Eran las cinco de la mañana y tu mirada se cruzó de inmediato con la mía. Nuestros corazones latían a la par al mismo tiempo que nuestros labios empezaban a jugar. Ya amanecía cuando te quería, y te quise a cada instante mientras me regalabas una vida nueva. Aquella sonrisa en medio del beso... Aquel beso en medio de todas nuestras sonrisas. ¿Te acuerdas? -Qué gran momento-. También recuerdo cómo me acompañaste  a casa, entre latidos incontrolados y abrazos acomodados. No supe decir nada más, solo sabía besarte. Tus labios tenían la palabra "amor" bajo el mensaje subliminal que me escondiste en el baúl de recuerdos al que solemos llamar corazón. Solo quiero agradecerte por haberme dado tanta vida en aquella pequeña, y finita, eternidad... Aquellos besos, que duraron solo una noche, se quedaron conmigo para siempre. Por eso sé, que a ti quiero quererte cada noche y olvidarte cada día. Quiero quererte como nadie más lo ha hec

Abre tus ojos.

Son las 05:17 de la madrugada, lo que quiere decir que es una buena hora para meditar. Hace demasiado calor y, para variar, no puedo dormir... El título de la entrada es "abre tus ojos" porque creo que la mayoría de la población está ciega, simbólicamente. A todos nos han educado sobre una serie de convicciones... Es decir, nos dicen "esto está bien" "eso está mal" "haz esto, haz lo otro" y nosotros, bien educados, lo hacemos. Pero es un error... Al menos, desde mi punto de vista. ¿Quién decide lo que está bien o lo que está mal? No sé, yo creo que no hay que actuar dejándonos llevar por las convicciones, sino por nuestra moral. Ella es la que decide, pero individualmente. Por otro lado, en un aspecto algo más profundo,  y más sentimental... También estamos "ciegos". Muchas veces tenemos delante de nuestros ojos al gran amor de nuestra vida... O a la mejor familia, los mejores amigos... Y somos incapaces de verlo, simplemente porque