Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de julio, 2014

Otra noche en vela.

Otra noche en vela y, esta vez, sin ti. Antes pasaba las noches hablando contigo. Nos quedábamos en mi portal dejando pasar las noches hablando del porqué de las cosas. Dándonos respuestas a todas las preguntas por muy estúpidas que parecieran y, ¿sabes? eso me enamoraba porque sentía que alguien me entendía. No sé... podía compartir mis ideas con alguien que sabía escucharme y darme su punto de vista y gracias a eso tenía esperanza en que fuéramos algo más parecidos.  Un día cualquier todo cambió y ninguno de los dos nos dimos cuentas... esas noches solo volvían con litros y litros de tequila tras horas de bailes en el bar de la esquina. Te echo de menos. Echo de menos lo que solíamos ser. Te miraba y me entendías... te decía todo lo que necesitabas saber con tan solo una mirada...¨ Grabamos un "Te amo" en la pared que siempre ha sido testigo de nuestro amor y no éramos conscientes de que eso estaría siempre así.  ¿Sabes? todavía tengo esa ilusión de que todo esto h
No me cansaré nunca de mirar tu foto antes de irme a dormir. De leer tus cartas cuando nos enfadamos y de echarte de menos aunque tan solo haga un minuto que te has ido. No me cansaré de esperar tus buenos días y tus parrafones de buenas noches. No me imagino una vida sin ti ahora que he conocido la vida contigo. No me arrepiento de nada que ha pasado, porque todo lo que hemos vivido nos ha hecho estar donde estamos ahora y te quiero. Te quiero cada día un poco más y no sé si eso es posible. Estoy enamorada hasta de tus peores defectos. Amo tu sonrisa, amo tus ojos, sobretodo ese ojo que se te cae cuando te mueres de sueño. Amo lo que cualquiera amaría, pero amo lo que nadie más es capaz de amar. Estoy enamorada de aquel viaje a Madrid y de lo que supuso para mí. Me cambió la vida porque vi lo que hacia varios años que tenía delante de mí  y fui incapaz de mirar antes. Creo que es imposible quererte más fuerte así que espero que todo esto merezca la pena porque yo ya no sé como
¿Cuántas cosas se dicen sin decir realmente nada?  Dios, el silencio esconde tantas verdades y las miradas tantas realidades... La vida está llena de tantos mensajes subliminales que casi son imposibles de ver si no prestas atención. Dicen que si las miradas mataran ya nos habríamos extinguido hace tiempo, pero lo que no dicen es que si la gente supiera interpretar miradas habría muchos más enamorados. Un te quiero es muy fácil decirlo, pero ¿Sentirlo? Creo que no es tan fácil querer a alguien. Quererle de verdad. Las miradas no pueden esconder los sentimientos, ¿Sabes? Y yo prefiero que me demuestren a que me digan unas cuantas letras unidas por azar. y, ¿el silencio? ¿Cuántas veces hemos estado a punto de atragantarnos con todo lo que no hemos dicho? ¿Con todo lo que guardamos dentro de nosotros? ¿Cuántas veces hemos tenido ese nudo en la garganta?  A veces, mirar y no decir nada es decirlo absolutamente todo. 

Buenos Días.

¡Buenos días! En mi caso no sé si son buenos días o noches porque no he dormido ni siquiera un minuto, pero hoy voy a empezar (o a seguir) el día con buen pie. ¿Y tú?  Hoy voy a comerme el mundo y me da igual si este tiene más hambre que yo. Hoy me da igual lo difícil que se ponga la vida, porque sé que soy más fuerte que todo esto. Puedo, y tú también puedes. No podemos tener todo lo que queremos en la vida, es más... vamos a perder muchas cosas que queremos, pero no podemos quedarnos atrás. No podemos frenarnos si las cosas se tuercen...Yo voy a seguir subiendo, me da igual que mi línea ya no sea recta, me da igual que haya subidas y bajadas, voy a seguir adelante, voy a mirar atrás simplemente para ver todo lo que he superado.  No voy a mutilar mi pasado porque todo lo que he pasado ha hecho que esté ahora mismo aquí, luchando por ser feliz una vez más, luchando por sonreír sin miedo a llorar después. Luchando por tener todo lo que siempre he querido. Hoy va a ser el mejor

Caras que se cruzan aunque no se ven.

Como otro día normal sales a la calle y ves a mucha gente. ¿Algunos de ellos se cruzan en tu vida por algo más que casualidad o solo es puro azar? ¿Tienes la esencia que justifica tu existencia o simplemente existes, porque sí? Creo que muchas veces tenemos delante de nuestros ojos cosas que no vemos, quizá sea por miedo. Miedo a tener algo más, miedo a ser felices y a caer desde lo más alto. Miedo a no estar a la altura... miedo a lo desconocido. Sí, puede que el miedo sea una buena excusa para no luchar por tener algo mejor de lo que tenemos ahora. ¿Inseguridad? Sí, también. Podía dar miles de excusas por las que dejamos de ver ciertas cosas, pero cada uno tiene una. O varias. El caso es que si consiguiéramos abrir los ojos y mirar de verdad, si lográramos quitarnos esa venda que nos impide ver, posiblemente seríamos mucho más felices.
Hace tiempo caí y estuve sumergida en un pozo, o al menos eso parecía. No veía salida por ningún sitio y no sabía qué hacer. Abandoné. Dejé atrás todo lo que me hacía seguir. ¿Para qué continuar si no tenía motivos suficientes? Me conformaría con sobrevivir ya que vivir parecía imposible. Un día de repente reaccioné y me di cuenta que no podía dejar pasar la vida siendo apenas una adolescente. No tenía derecho a echar por la borda todo lo que me había costado tanto esfuerzo conseguir. Me levanté. Apreté los puños y con rabia conseguí ponerme en pie. Nada iba a pararme. Había conocido la sensación de estar perdida, había tocado fondo y ahora me tocaba ser feliz, me tocaba llegar a lo más alto. Lo conseguí. Logré tener en mis manos todo lo que quería. Toda mi familia estaba por fin unida, aunque como es lógico, sus rotos no podían coserse ya... pero estaba unida y juntos afrontaríamos todo. Encontré a los mejores amigos que podía tener, o al menos, eso pensaba yo. Me enamoré y se enamor

95% de mí.

Cuando te conocí el 100% de mi vida me pertenecía, pero conforme me iba enamorando de ti me arrebataste casi esa cifra. Ahora solo depende de mí un mísero 5%, porque no me importa estar bien si no lo estás tú y mucho menos me importa sonreír si no puedo compartir mi risa contigo. Tú y solamente tú eres el responsable de mi respiración aunque, bien es cierto que, si te acercas mucho mi corazón está a punto de explotar. Mi estómago no es víctima de esas mariposas suicidas que el resto de personas dice sentir pero, mi pecho, cariño, mi pecho es testigo de las taquicardias que le provocas. Podía pararme a hablar de lo que siento cada vez que dices que me quieres o podría dedicarme a hacer poesía con tus gestos. Podría también decir que tú me haces fuerte, pero mentiría. Realmente soy fuerte cuando no te veo, cuando no estoy a tu lado porque, es verte y caer rendida a tus pies. Es sentirte y radicalmente mis piernas empiezan a temblar. Sí, todavía. Tres años después sigo sintiendo que me