Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2019

Late. Late. Late fuerte.

Suenan las campanas a veinte metros de aquí. La cuidad está iluminada y las almas perdidas han vuelto a encontrarse con sus amigas. Quizá nunca se vuelvan a ver, pero hoy juran jamás volver a separarse. Huelo a libro viejo, a manchas de café sobre la mesa. Cierro los ojos y siento que todo puede pasar. Hay más vida aquí de lo que recordaba -música estrambótica rebosa por los altavoces-. Por favor, no te vuelvas a ir.  Mira qué bien te hace el amor que este oxígeno te da. Dame la mano esta noche, volvamos a ser amanecer entre caricias. Me voy el día uno, se dicen. Y yo pienso en ti. ¿Cuánto tiempo te queda? Pasará, pasará nuestro momento como siempre. Pasará, pasará nuestra vida y la muerte, la muerte llegará. Pero hasta entonces, quédate. Contigo, conmigo y con la vida del revés. Ojalá nos quede mucho tiempo compartido, ojalá tus ojos no dejen de mirarme. Ojalá los míos sigan encontrándote. Mi corazón te está buscando, ¿no notas mi respiración? estás

Hubo un tiempo pasado

Hubo un tiempo pasado,  y juntas estábamos. Hoy solo quedan recuerdos, instantes, de lo que éramos. El cielo sigue gris, creo que quiere que vuelvas. Os miro desde aquí; fluis. Quiero que rías, que sientas, que tu drama resuelvas. Los árboles rodean tus miedos, tus rotos, sus credos. Puedo ver a través de ti. Dime que te acuerdas de mí. Tiros libres a la vida, y que sea lo que quiera. Mi cabeza está ida,  al pensar que quizá te hiera. Pensándolo bien, tus rotos parecen sonrisas; disimulas sus trizas. Pensándolo bien, ven. Volvamos a estar unidas, juguemos cuerpo a cuerpo; fluidas; con el alma huida.

tomarse un café.

Cuando decimos que vamos a tomar un café, lo que verdaderamente queremos decir es que queremos tomarnos algo mientras aprovechamos para ver a alguien. El café, caliente, es la excusa perfecta para pasar horas y horas junto a esa persona. El sabor explosivo en la boca te recuerda lo importante que es aprovechar el momento. Siete sorbos más y puede que tengáis que iros. Quiero tomar un café contigo. Que me cuentes tus miedos y yo contarte mis sueños. Que los tuyos se cumplan y mis demonios se calmen al verte sonreír. Todos somos parte de lo mismo, por eso nos hacemos tanto bien cuando todo lo que somos, lo convertimos en amor.

I · XI ·MMXIX

"Me extrañarás amor, cuando en la noche te haga falta mi perfume", reza Rodrigo en su canción, y yo pienso en los rezos que la Tierra ha escuchado hoy. Todos los Santos; las personas que amamos y no vemos están un poco más cerca esta noche. Los amores que murieron, quizá también. Colorida vida, vivamos, que la muerte nos da tregua.

Relatividad.

¿Sabes? Ha pasado mucho tiempo desde que fuimos una sola persona, pero cuando cierro los ojos... Te siento todavía aquí. Conmigo, unidos. Hubo una época en la que tu felicidad era también la mía y te juro que cuando te veía llorar mi alma se partía. Así que no me pidas nunca que olvide nuestra historia. De vez en cuando mis latidos siguen gritando tu nombre.

¿Todavía es por él?

"Y ahora, ¿sigues escribiendo pensando en él?" Supongo que sí, que hay un pasado capaz de encontrar la luz en mis letras, que su sonrisa sigue siendo mi bandera, aunque haga siglos que no vaya dirigida a mí. Supongo que escribo pensando en él, el ti, en la vida. También pienso en mí, en la transformación que mi mundo ha dado desde que no está. Ahora sonrío más, no tengo miedo a caer. Vivo y siento mejor. Pero se fue, y cuando hablo de amor me acuerdo de él, de sus sueños, de su tiempo, de su adiós. Y también pienso en él, el otro "él", el que está. El Real. El que me hace sentir como en casa cuando mi mente está a cien mil millas de aquí. Y en "él", el que puede que llegue, el que quiero que llegue, el que sigue, el que vuelve, el que siente. El que vive. Así que sí, no sé, supongo que sí. Sigo escribiendo pensando en él.

Aturdida

Aturdida, entera. Rota, impotente. Cuando ocurre algo que no te permite llevar la vida que llevabas unos segundos atrás, todo se desestabiliza. Se pone a temblar, se desquebraja.  Pero el ciclo vital continua, no espera que te pongas en pie. Tienes que adaptarte a tu nueva situación.  Respiras, pues los cambios no siempre son negativos. Pero cómo hacer que la espera se convierta en un viaje interesante y no en una pausa desesperante.

Amaneceres

Hablabas de necesidad mutua de compartir vida, besos, risas, amor. Yo te hablo de volver a aquel lugar. A sentir el silencio atravesando nuestros pensamientos cuando nuestras miradas se claven en el deseo de querernos. Te hablo de volver a compartir un amanecer. De volver el tiempo atrás, de volver a darnos la oportunidad de vivir aquello que la niñez no nos permitió vivir. Te hablo de Venus y Tsukuyomi, como tú me hablaste entonces, del misterio que se esconde detrás de nuestra historia. De susurrarnos todas las palabras que nunca nos atrevimos a pronunciar. Te hablo de ti, de mí, siendo un nosotros libre de acabarse cuando el amor termine, pero un nosotros tan intenso que no nos importe volver a enamorarnos cada día. Te hablo de ti, de mí, siendo simplemente humanos. Siendo error, lección, e intención. Te hablo de lo que nunca te he hablado, de solo vernos a nosotros cuando todo el mundo nos rodee en una fiesta, de mirarnos y conseguir que el mundo vaya un poco más

Tú, otra vez tú.

Apareces en mitad de la noche, y sonríes. No puedo evitar hacerlo también; taciturna. Me muero de ganas de abrazarte, y tú parece que tampoco quieres soltarme. Consigo que ese segundo dure para siempre, y cuando te miro a los ojos comprendo cuán importante es valorarte. Compartimos un pasado, pero también el presente nos une. Ha pasado mucho tiempo, pero me haces falta; me hace falta que me cuentes cómo está tu vida. Me hace falta que me recuerdes que nunca dejarás de luchar por tus sueños. Me hace falta ver ese brillo que tus ojos no pueden dejar de emitir cuando cuentas algo que te apasiona. Me hace falta compartir el dolor contigo, entenderte. Quererte a mi manera, y aprender a hacerlo todavía mejor. No te vayas, que las letras salen solas cuando estás conmigo. Quédate, que el frío deja de golpear mi piel si tu calor acaricia mi alma. Tú, otra vez tú, has vuelto a hacerme sentir que estoy viva.
Me duele. Me duele la situación actual de mi país; La realidad habla de posible derogación de la ley de violencia de género , que protege a las mujeres. Mujeres que mueren a manos de las personas que más deberían quererlas; mujeres que son asesinadas, torturadas en vida, desgarradas. Mujeres que sufren violencia psicológica, abusos sexuales, dolor. Mucho dolor. Me duele. Me duele que pretendan crear muros a nuestro alrededor y que surja, de nuevo, el caos. El caos que hemos intentado mantener bajo control durante todos estos años. No quieren inmigrantes, ni mujeres, ni homosexuales, ni vida. Porque somos más de la mitad de la población, y ese factor debería importarles. Me duele esta realidad, porque nos ha costado siglos conseguir los derechos que tenemos hoy, como mujeres. Me duele, porque si llegan al poder, perderemos todo lo que hemos conseguido. Me duele, porque les votan; me duele porque defienden sus ideas basándose en el "proyecto España&q