Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2017

Por los nuevos comienzos.

Vuelvo a verte brillar en medio de toda esta niela que no me deja avanzar. Quiero dejarme llevar; no ponernos nombre. Querernos, quererte, sentirte tan cerca que no quiera irme. Quiero ir más lejos. Arriesgarme, y caer. Caer si hace falta después de haber volado. ¿Qué más da? Lo que vivamos nadie nos lo puede quitar. "Atrévete" te digo, mientras el miedo ronda mi mente. Déjame mirarte, apreciarte. ¿Lo que hay es verdad? ¿No eres parte de un sueño? Cuando quedamos y nos vamos a un bar, ¿tu sonrisa es real? Dime, ¿qué es lo que sientes cuando ves que mis pupilas cobran vida gracias a ti? Somos dos perfectos desconocidos que se conocen mejor que nadie. Sé lo peor de ti, y tú sabes lo peor de mí. ¿Qué puede salir mal? Si lo más malo es no dejarnos llevar... Apostemos por nosotros; por todo lo que está por llegar. Por los nuevos comienzos, aunque quizá no sean ya tan nuevos. Es posible que todo esto empezara hace mucho, mucho tiempo, pero no lo

360 días y un millón de noches.

Diciembre. Quedan pocos días para que este año llegue a su fin, y otro nuevo comience. Cuanto más perdida me encuentro a mí misma, más cerca siento tu ausencia. 360 días y un millón de noches han pasado desde que tus manos rodearon mis miedos por última vez. No estás, y el frío se ha clavado en lo más hondo de mi ser. Intento sonreír, pero la llama que mantenía viva mi mirada, se ha perdido. Has sido la peor tormenta de la que podría haberme enamorado, pues has calado todo lo que me mantenía cuerda. Dices que todo va bien, mientras me sonríes como sonreías cuando querías que te besara. Tomo café, mientras veo que tú ya has cambiado de gustos. ¿Por qué? He vuelto yo a perder, porque han quedado mil cosas que hacer.

Una historia jamás contada.

Podríamos ser estrellas si hubiésemos sabido cómo enfrentarnos a ese huracán que arrasó con todo. Podríamos querernos de nuevo, pero algo nos impide avanzar. Pensamos en amor, sin saber lo que es amar. Queremos que pase la tormenta, sin pisar el lodo. Somos pura paradoja, pues creemos saber lo que no sabemos, y afirmamos ideas como si fuesen realidad. No sabemos qué es brillar, porque no nos hemos dado la oportunidad de saltar al vacío de la felicidad. Hablo de una historia jamás contada, porque no me atreví a trazar unas cuantas líneas que narraran el deseo que mi cuerpo sentía por vivir al lado del tuyo. No me atreví a contar que me moría de ganas de demostrarte que me quería quedar un poquito más... en realidad quería quedarme toda la vida. No somos nada más de lo que somos, porque no tuvimos el valor suficiente que nuestro amor se merecía.

Necesito tiempo.

Vamos a tomarnos un tiempo para contemplarnos. Quiero verte reír, y quiero sentir cómo tu mirada se clava en mi pupila. Quiero rozarte la mano, y que acaricies mi mejilla justo antes de besarme. Quiero que me abraces cuando haga frío, y que no sepas qué decir cuando estoy en silencio. Quiero aprender a dejar que me quieras; así como también quiero aprender a quererte mejor. Necesito tiempo. Necesito tiempo para entender todo lo que tus gestos significan. Tiempo para saber cuáles son las pasiones por las que dejarías todo atrás. Tiempo para hacer que esto sea eterno. Tiempo. Tiempo para demostrarte que puedo ser mejor, y que no quiero que cambies. Tiempo para hacerte saber que eres una de las maravillas del mundo, y que todo ha ido a mejor desde que te colaste en mi vida. Tiempo para ayudarte a que te valores y para darte motivos por los que quererte. Quiero tenderte la mano, y pedirte que te aferres a ella cuando no te sientas con fuerza para levantarte. Te dejaré do

Estás.

Sé que estás... aunque yo no pueda verte. Tu recuerdo está intacto en cada rincón de mi mente. Es absurdo decir que te echo de menos, porque es imposible no hacerlo. Hace años que te fuiste... ha pasado tanto tiempo... Pero sé que estás, necesito creerlo. Quiero creer que todos los momentos que compartimos; todos los juegos de niños, las conversaciones después del instituto, los "motes", los partidos que jugábamos incluso antes de saber cuáles eran nuestros nombres.. ¿Qué somos? ¿A dónde vamos cuando nuestra vida se apaga? ¿Volvemos a formar parte de la eternidad del universo? ¿Somos estrellas? ¿Qué somos? ¿Dónde estás? Duele. Duele no verte. Duele convencerme a mí misma de que tu esencia está conmigo. Duele. Duele porque no tuviste tiempo de vivir todo aquello que querías vivir. No tuviste tiempo de acabar tus estudios, ni de trabajar de lo que querías.. no tuviste tiempo de convivir con el amor de tu vida, ni de formar una familia. No tuviste tiempo...

Café solo y sin azúcar, por favor.

Estás ahí, delante de mí, pues aunque no te pueda ver... una vez ocupaste ese lugar. Le doy un sorbo al café, y siento tu presencia. En realidad, ¿es un presencia? ¿O es el peso de tu ausencia? ¿Qué es lo que me está llamando desde el interior de mi ser? Un último beso pidiendo salir, una última palabra. Un último "quédate, no quiero perder este momento". Recuerdos que todavía no hemos vivido. Un viaje al mundo entero, un amor revivido. Lo siento. Lo siento aquí en el pecho. Mi corazón quiere encontrar al tuyo. Necesita hablar con él. Pero también siento haberme equivocado cuando decidí creer que sólo eras producto de mi imaginación. Siento tantas cosas... y al mismo tiempo, siento tan pocas en comparación con todas las que podría estar sintiendo ahora mismo si no viviera con tu recuerdo, sino con tu amor... Quédate a bailar esta noche. ¿Cuántas más vamos a tener? La vida es una sola, pero tenemos la oportunidad de compartirla un segundo más. No pien

Posdata: Te echo de menos.

Cierro los ojos, y eres lo primero que veo. Hace un año te hubiera dicho "quédate con la persona que ves cuando tienes los ojos cerrados", pero hoy no. Porque si te lo dijera a ti, me lo tendría que decir a mí... y mi cabeza estaría de acuerdo con eso de tener que olvidarte. Mentiría si dijese que quiero hacerlo; que quiero arrancar de mi piel todas tus caricias, que quiero borrar lo que fuimos. Mentiría si dijera que no siento nada cuando escucho tu nombre, y seguiría haciéndolo si dijera que una parte de mí no tiene esperanzas en que nuestras vidas vuelvan a cruzarse... Pero necesito sacarte de mí. Necesito rehacer mi vida. Quererme, querer, y dejar que me quieran. Necesito empezar de cero.  Has sido enero, abrazos; julio y tormentas. Lo has sido todo. Cierro los ojos, y te siento. Tus caricias siguen rozando mi cuerpo. Tus besos, fríos, calan en lo más profundo de mi ser. Tus sueños, están cumpliéndose a mi lado. Cierro los ojos: somos felices

Querido diario:

Dejé de escribir sobre lo que sentía,  para escribir sobre lo que quería sentir, y olvidé que el papel era mi mejor amigo. He caído otra vez. Ya no sé cómo salir del pozo. La cuerda ha vuelto a rasgarse,  y esta vez... no tengo una de repuesto. Podría decirte que sé que encontraré una salida alternativa, que volveré a reír en los brazos de otra persona. Pero no quiero reconocer que la historia "de mi vida" ha acabado. Me duele aceptar que ya no habrá cenas entre besos. Caricias a destiempo; amores incomprendidos a las seis de la mañana. Me duele entender que hubo un último abrazo,  y que yo estaba mirando a otra parte cuando él veía que era el final. (Nuestro final).  Me duele porque el amor sigue vivo entre sueños... y no sé cómo olvidar algo que sigue latiendo tan fuerte dentro de mí. Quizá no debería olvidarme de esta historia. Quizá debería aprender a vivir con ella... pero no es fácil. No es fácil porque tu ausencia está quemando mi hogar; está dejándome sin oxí

Elegiste lo más fácil.

Elegiste lo más fácil, al aceptar que lo nuestro se había acabado. Tenías toda la vida por delante, mil sueños que cumplir. Un millón de intentos más guardados bajo la manga. Pero cambiaste la incertidumbre por mucha más estabilidad. Las ganas de cambiar el mundo, por una venda en los ojos. Cambiaste mis inseguridades, por la seguridad que tiene quien todavía no ha vivido lo suficiente. Cambiaste tus ideales, por los de otra persona. Elegiste cambiarte la vida. Y, ¿sabes? Yo siempre he creído que nadie puede ser  motivo de nuestra infelicidad. De nuestro dolor... Pero me equivocaba. No tenía en cuenta de que cuando eres un eclipse de Luna junto a otra persona, os convertís en una sola, y cuando la otra parte se va... se va una parte de ti. Y aunque me duela asumirlo, es así. Para seguir adelante debo renunciar a ti. A esa parte de mí que ya nunca volveré a sentir. Tendré que volver a crearla. Tendré que encontrarme en otra parte. Pero qué difícil es ahora cami

She believed she could so she did....

Necesito una cura. Me temo que mi vida depende de que encuentre una solución a esta enfermedad mortal. Hablo del amor. Necesito que "cupido" se encargue de romper la flecha con la que atravesó mi corazón, porque se clava cada día más, y no hay manera de liberarme de este dolor. Me sorprendo cuando a media noche no puedo dejar de amar tus recuerdos. Pero por mucho que intente ocultar mis sentimientos... he entendido que no tiene sentido hacerlo. Hay miradas que nunca podré evitar, hay sonrisas que siempre me harán sonreír. Necesito sacarte de mi mente, porque te has quedado refugiado tan, tan dentro que te encuentro siempre en otros rostros. No importa en cuantos labios haya intentando quitarme el sabor de tus besos, porque al final siempre busco los tuyos. Perdóname, amor, pero necesito curarme de ti. La bala de tu amor me ha rozado el corazón, y he olvidado respirar si no eres tú quien bombea la sangre. Sé que el único lazo indestructible es el qu

y tú te lo creerías.

Podría decirte que estoy en mi mejor momento, y tú te lo creerías porque fingiría que todo va bien. Reiría, reiría como ni siquiera lo hacía cuando estaba contigo, y tú te preguntarías qué es lo que me tiene así; feliz. Podría decirte que no pienso en ti, y que cuando te veo no siento absolutamente nada. Incluso podría decirte que otros brazos han ocupado tu puesto, y me han dado el calor que he necesitado en las noches de invierno, y te lo creerías porque no estaría mintiendo. Pero... tampoco estaría siendo sincera. No te he olvidado, porque no he querido intentarlo; es verdad que sonrío,  incluso más que antes, pero lo que no sabes, es que tú sigues siendo el verdadero motivo. Estás, incluso cuando no estás, y llegas cuando estoy a punto de dejarte ir. Te siento lejos, pero cierro los ojos y tu esencia me rodea. Podría escribirte cien mil cartas explicándote lo que está diciéndome el corazón, pero no lo entenderías, porque está más escondido que nunca, y ni siquiera yo sé

folio en blanco.

Si ahora se acabara tu tiempo, si el mundo se despidiese de ti, si tu viaje terminase antes de lo previsto... ¿cómo te sentirías? Es cierto que la vida es la enfermedad terminal que nos ha atrapado a todos, ya que nadie saldrá vivo de ella, pero... ¿todos vivimos realmente? ¿Cuántas almas hay vagando por la vida sin estar disfrutando de esta experiencia? ¿Cuántas personas se han arrebatado su tiempo? ¿Cuántas piensan, cada día, en hacerlo? Muchas veces pensamos que tenemos una vida de mierda, y que no podemos más. Muchas veces queremos terminar con todo, y también muchas veces no entendemos la razón por la cuál estamos aquí. ¿Es una crisis existencial o más bien son preguntas que todos necesitamos hacernos para aprender a conocernos? Pero en fin, este es un tema del que no quiero hablar. Quiero hacer alusión a tus sentimientos. Supón que hoy es tu último día con vida, y que eres consciente de ello... porque créeme, hoy será el último día para cientos de personas, y ni siqui

Me gustas.

Me gustas; podría decirse que sí. Me gusta esa forma tan tuya que tienes de caminar; esos ojos tan dulces que empalagan mis sentidos. Me gusta el tono con el que callas que me quieres; y esos labios tan finos que provocan tormentas con tan sólo rozarlos. Me gustan tus pequeñas manías; tus idas y venidas. Tus brazos, tus piernas, tu vida. Me gustan todas esas cosas que tú consideras defectos y que yo, en cambio, tengo en lo más alto de mi amor. Al fin y al cabo, son ellas las que te han hecho único en mis días. Me gustas.... Me gustas tanto que en sueños vivo lo que en cordura niego.

Vuelve.

En la oscuridad escucho mis remordimientos:                                 <<¿Por qué no supe verte cuando estabas conmigo?>> No pretendo cortar tu libertad, pero ojalá tus alas te traigan de vuelta a mis brazos.

Siete mil millones de personas.

Quiero pedirte una cosa: "Sal a la calle y mira a tu alrededor" Sí, algo tan sencillo como eso. Supongo que ahora estarás pensando que para qué, que siempre ves a gente cuando sales a la calle, y que no tiene sentido que te esté pidiendo esto. Bien... seguramente, tienes razón. Sales a la calle cada día, y ves a gente...pero... ¿realmente ves a esas personas? ¿Realmente te paras a observar cómo caminan, cómo gesticulan, cómo suspiran, cómo miran..? ¿Realmente te paras a valorar su presencia? Los desconocidos son tan imprescindibles en nuestra vida... Parece mentira, ¿no? pero mira cualquier foto tuya, ¿no ves al fondo a algún desconocido? En la mayoría de las fotos que nos tomamos al aire libre, encontramos a otros seres posando, involuntariamente, justo en el momento en el que nosotros estamos inmortalizando un segundo. ¿No os resulta curioso, al menos? En fin, ahora hazme caso. Sal a la calle y dedícate a eso unos segundos. Céntrate en mirarles... hay muchas p

Amanecer entre whiskys.

El sabor del whisky me recuerda a tus besos; amanecer estrellado en tus labios. Irónico, ¿verdad? que un olor, un sabor... funcione como máquina del tiempo y me lleve exactamente al lugar donde te vi, por primera vez. Donde te vi... de verdad. Te había visto muchas veces antes, y había reído contigo, pero nunca había sonreído por ti. Hasta ese momento. Hasta ese instante donde conseguiste que todas mis terminaciones nerviosas se pusieran a temblar. A temblar por ti. Por lo que me hacías sentir con tan sólo mirarme. Imagina cómo fue todo cuando nuestros labios se rozaron por primera vez... En ese instante, y en el siguiente... me di cuenta de que quería que te quedaras en mis días, en mi vida, en mis sueños... Pero no supe cómo decirlo sin que el miedo fuera el encargado de echarte de mi lado. Te quise. Te quise sin saber muy bien cómo había llegado a ese punto, Te quiero. Todavía te quiero. Todavía te recuerdo cuando me sirvo una copa y me asomo por la ventana imaginando q

Amor.

No es que ahora odie hablar sobre el amor; lo que pasa es que odio hablar del amor cuando me refiero a ti. No hablo de ti, en sí... sino de ti, sin mí. De ti, sin referirme al nosotros.. ¿entiendes? No odio al amor. Sería una paradoja tan grande que acabaría desgarrando al corazón que me sostiene, todavía, con vida. Odio al recuerdo del amor que me dejaste cuando, por primera vez, susurraste "te quiero" clavándome tu mirada, intentando descubrir mis sentimientos. Así que sí, odio hablar del amor cuando ya no puedo referirme al nuestro.
Te quise tanto, y ni siquiera sabía que lo hacía. Te quise a medias; porque no me permitía hacerlo. Te quise; te quiero. Te espero. Te siento, queriendo perderte, y olvido que si no estás, no sé cómo sostenerme.