Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de 2023

30 de agosto, 2021

 Estás aquí, mi amor y eso me causa un gran dolor. Siquiera le diste a la pausa para que pudiera guardarte rencor. En otros tiempos, que estuvieras más cerca era de todo, menos un destiempo. Era un latido extra. Pero hay casi puedo olerte y ya no puedo ni verte. Sufro al pensar en abrazarte y muero sin poder besarte. Mírame una última vez. mírame, con tu blanca tez. Mírame y dime qué es lo que ves. Mira y luego... vete otra vez.

18 de agosto. 2021

 20:36 hrs. Porque me quiero, debo irme. Olvidar el pasado que nos mantuvo unidos y seguir adelante. Son cien mil planes los que tengo guardados dentro de mí; los que debo mantener bajo siete llaves. Depende de mí y me voy. No me busques mañana si ayer no lo hiciste, pues ya no tiene sentido que lo hagas. Hoy todo es diferente. He cambiado tantas veces desde entonces que sé de sobras que ya no puedes reconocerme. Así que, porque me quiero y, aunque lo niegue, te amo a ti, debo irme y embarcar en este viaje desconocido. No aguardes mi regreso, pues será perder el tiempo. No aguardes mi regreso, que aquella a quien quisiste se fue ya hace catorce siglos.

18 de agosto, 2021

20:30 hrs. El aroma del incienso me está embriagando y temo que el té haga arder mis entrañas si tomo ya el primer sorbo. Como diría alguien a quien aprecio mucho:  mi abuela, los pájaros trinan ahí fuera porque quieren acostarse pronto. Los últimos rayos de sol golpean la fachada de en frente y no dejo de sentirme atrapada por su luz. ¿Es lo que les pasa a los mosquitos? ¿Que, suicidas, se prenden de ella hasta el punto de morir a sus pies? A veces me pregunto si también podría pasarme contigo. Ya sabes, porque cuando sonríes, me siento morir en tus brazos.

y tú tampoco estás.

 Normalmente esto lo hubiera escrito de puño y letra y nunca hubiera visto la luz, pero estaba con el ordenador encendido y las ganas de escribirte me han podido. No he querido levantarme, prender la luz, perder el tiempo... Necesitaba decirte que lo siento, que estoy ardiendo por dentro de la pena que siento. Siento haber estado tan cansada algunas veces como para no sonreírte un poco más, como para no pasar a verte, como para no abrazarte con más fuerza. Siento haber estado triste algunas veces; enfadada otras. No contigo, no por ti, con la vida. Siento no haber sido siempre justa, no haberte tratado como tu alma se merecía.  Lo siento. Siento no haberte visto una última vez, no haberte dicho una vez más lo mucho que te quiero. Siento no haber llegado a ser la mujer que esperabas que fuera. Siento que no hayas conocido a esa bebé de la que siempre hablábamos. Te quiero. Siento no haberte escrito más poesías, no haber terminado antes mi libro; no haberte regalado esa segunda parte que

A corazón abierto

 El otro día tuvimos una conversación a corazón abierto -con nadie puedo, más que contigo-. Eso fue lo que me dijiste y yo callé un -me pasa lo mismo. Contigo desnudo mi alma sin pensármelo dos veces-. Pero para qué decírtelo, si cada vez que nos miramos nos vemos por dentro; si cada vez que nos abrazamos volvemos nuestros cuerpos eternidad hasta que el mundo real nos vuelve a avisar. Cada vez que tú me hablas, cada vez que te abres conmigo, siento ganas de ponerme a escribir. Quizá sea porque así fue nuestro comienzo, entre letras. Quizá sea porque quiero eternizar también tu alma, tus emociones, el amor que siento por ti. Quizá sean muchas cosas las que me tengan ahora aquí, entre el humo del incienso, sintiéndote, aunque no estés. Nos debemos unas cuantas estrellas, una noche en la que los recuerdos del pasado se vuelvan presente. Una noche donde solo estemos tú y yo. Somos dos almas que se encuentran a menudo y cuando eso pasa, nos amamos como se aman los artistas;  creando, sintié