Ir al contenido principal

La verdad..

Hace demasiado tiempo que intento huir de ella. Es tan miserable, a veces, que prefiero entretenerme con la ilusión que me inventé cuando esto, empezó a dolerme.

He oído diferentes versiones acerca de como afrontarla. He escuchado que hay que mirarla a los ojos, y enamorarla para que ella se enamore de ti, y sea algo menos amarga. He escuchado, también, que no hay verdad tan sabia como la que creamos cuando dormimos. He intentado escuchar, aunque no estoy segura de haberlo hecho, que no hay verdades. Y, sinceramente, estoy algo de acuerdo con esta afirmación, que he decidido aceptar.

Bien, os voy a explicar por qué creo que no hay verdades.
En filosofía, nos decían que sí que había, que no podíamos negar que era de día. Que no podíamos negar que estábamos pensando. Que no podíamos negar, que la vida existe... Pero, yo tengo unas cuantas preguntas...

¿Por qué sabemos que es de día? Es decir, alguien decidió llamar "día" a la vida, cuando hay luz... y noche a ésta, cuando todo empieza a oscurecer. Esto me lleva, al bien y al mal... En casi todos los lugares del mundo, el "bien" se contempla como algo claro, algo frío y blanco. En cambio, el mal siempre es dibujado de negro, como algo oscuro... ¿Por qué?

¿Pensamos? ¿Esto es pensar? Quizá alguien dijo que lo era, y el resto decidió hacerle caso.

¿La vida existe? ¿Cómo podemos estar seguros de que es una vida, y no estamos "viviendo" el sueño de otro ser?

Está bien, quizá esta visión se esté apoderando de mí, porque por naturaleza, soy algo desconfiada. Quizá sea porque la confianza es ciega... Sea por lo que sea, aprendí a desconfiar de todo. Y he llegado hasta tal punto, que estoy empezando a desconfiar de todo lo que he aprendido hasta ahora.

Hay sectores de la población que aseguran, que cuanto más amplio es nuestro conocimiento, más desaprendemos. Bien, yo... no estaba tan segura. Pero, al llegar a la universidad, me he dado cuenta de que aprendemos todo, basándonos en unos cuantos libros de unas cuantas personas. Pero, ¿Qué pasa con el resto del mundo?

Con todos los recortes que hay en el mundo, seguro que la persona que podría resolver todas estas dudas, está luchando por no morir de hambre. Seguramente, ni siquiera pueda estudiar. Quizá, lo hayan matado en una de estas guerras sin sentido. Quizá este vivo, y tenga la posibilidad de estudiar.... Pero, quizá no valore esta oportunidad, porque nunca ha vivido otra cosa.

La verdad, es que no hay verdades absolutas....
Es cierto que podemos afirmar ciertas cosas, pero ¿Cómo sabemos que son ciertas? ¿Cómo sabemos que dentro de cien años no llegará nadie, y hará estudios que demuestren que todo lo anterior es falso?

En fin, yo... creo que todo es subjetivo. Que podemos decidir hacer caso a quienes dicen que el día comienza a las seis de la mañana, y que la noche se da a conocer cuando el sol empieza a esconderse de la noche...

Comentarios

Entradas populares de este blog

y tú tampoco estás.

 Normalmente esto lo hubiera escrito de puño y letra y nunca hubiera visto la luz, pero estaba con el ordenador encendido y las ganas de escribirte me han podido. No he querido levantarme, prender la luz, perder el tiempo... Necesitaba decirte que lo siento, que estoy ardiendo por dentro de la pena que siento. Siento haber estado tan cansada algunas veces como para no sonreírte un poco más, como para no pasar a verte, como para no abrazarte con más fuerza. Siento haber estado triste algunas veces; enfadada otras. No contigo, no por ti, con la vida. Siento no haber sido siempre justa, no haberte tratado como tu alma se merecía.  Lo siento. Siento no haberte visto una última vez, no haberte dicho una vez más lo mucho que te quiero. Siento no haber llegado a ser la mujer que esperabas que fuera. Siento que no hayas conocido a esa bebé de la que siempre hablábamos. Te quiero. Siento no haberte escrito más poesías, no haber terminado antes mi libro; no haberte regalado esa segunda parte que

A corazón abierto

 El otro día tuvimos una conversación a corazón abierto -con nadie puedo, más que contigo-. Eso fue lo que me dijiste y yo callé un -me pasa lo mismo. Contigo desnudo mi alma sin pensármelo dos veces-. Pero para qué decírtelo, si cada vez que nos miramos nos vemos por dentro; si cada vez que nos abrazamos volvemos nuestros cuerpos eternidad hasta que el mundo real nos vuelve a avisar. Cada vez que tú me hablas, cada vez que te abres conmigo, siento ganas de ponerme a escribir. Quizá sea porque así fue nuestro comienzo, entre letras. Quizá sea porque quiero eternizar también tu alma, tus emociones, el amor que siento por ti. Quizá sean muchas cosas las que me tengan ahora aquí, entre el humo del incienso, sintiéndote, aunque no estés. Nos debemos unas cuantas estrellas, una noche en la que los recuerdos del pasado se vuelvan presente. Una noche donde solo estemos tú y yo. Somos dos almas que se encuentran a menudo y cuando eso pasa, nos amamos como se aman los artistas;  creando, sintié

agua salada en mi habitación.

 Me siento en la orilla del mar y, aunque son mis sábanas las que acarician mis piernas, siento cómo el agua salada roza mi piel. Solo veo esta oscura habitación y, sin embargo, al cerrar los ojos puedo ver un hermoso atardecer. Las nubes se tiñen de fuego y el agua refleja las brasas que calientan mi alma. Escucho a Lauren Renon, "Me and the Neon" y quiero creer que esa melodía que resuena en mi mente, no es otra que la de las olas golpeando con unas rocas que acabo de inventar. Qué bonita es la imaginación, ¿verdad? Que puede hacernos vivir lo que vimos y, al mismo tiempo, vivir aquello que nos gustaría estar viviendo.