Hablabas de necesidad mutua de compartir vida, besos, risas, amor.
Yo te hablo de volver a aquel lugar. A sentir el silencio atravesando nuestros pensamientos cuando nuestras miradas se claven en el deseo de querernos. Te hablo de volver a compartir un amanecer. De volver el tiempo atrás, de volver a darnos la oportunidad de vivir aquello que la niñez no nos permitió vivir.
Te hablo de Venus y Tsukuyomi, como tú me hablaste entonces,
del misterio que se esconde detrás de nuestra historia.
De susurrarnos todas las palabras que nunca nos atrevimos a pronunciar.
Te hablo de ti, de mí,
siendo un nosotros libre de acabarse cuando el amor termine, pero un nosotros tan intenso que no nos importe volver a enamorarnos cada día.
Te hablo de ti, de mí,
siendo simplemente humanos.
Siendo error, lección, e intención.
Te hablo de lo que nunca te he hablado,
de solo vernos a nosotros cuando todo el mundo nos rodee en una fiesta, de mirarnos y conseguir que el mundo vaya un poco más despacio, para poder vivirnos durante más tiempo.
Te hablo de amor,
porque nunca antes había sentido la necesidad de expresar esto.
Te hablo de lo que podría llegar a ser,
pero sé que contigo siempre puede ser mejor,
porque me inspiras, me iluminas, me cuidas.
Porque contigo la magia pasa a un segundo plano,
porque eres vida,
ilusión,
y pasión.
Porque eres todo,
y nada si hablamos de maldad.
Te hablo de tus miedos,
de mis sueños,
de los tuyos,
mis complejos.
Te hablo de ser imperfectos,
pero reales.
Te hablo de discutir, de debatir, de reír.
Te hablo de escuchar, entender, vivir.
Te hablo de ti,
de mí,
y de un nuevo amanecer.
Yo te hablo de volver a aquel lugar. A sentir el silencio atravesando nuestros pensamientos cuando nuestras miradas se claven en el deseo de querernos. Te hablo de volver a compartir un amanecer. De volver el tiempo atrás, de volver a darnos la oportunidad de vivir aquello que la niñez no nos permitió vivir.
Te hablo de Venus y Tsukuyomi, como tú me hablaste entonces,
del misterio que se esconde detrás de nuestra historia.
De susurrarnos todas las palabras que nunca nos atrevimos a pronunciar.
Te hablo de ti, de mí,
siendo un nosotros libre de acabarse cuando el amor termine, pero un nosotros tan intenso que no nos importe volver a enamorarnos cada día.
Te hablo de ti, de mí,
siendo simplemente humanos.
Siendo error, lección, e intención.
Te hablo de lo que nunca te he hablado,
de solo vernos a nosotros cuando todo el mundo nos rodee en una fiesta, de mirarnos y conseguir que el mundo vaya un poco más despacio, para poder vivirnos durante más tiempo.
Te hablo de amor,
porque nunca antes había sentido la necesidad de expresar esto.
Te hablo de lo que podría llegar a ser,
pero sé que contigo siempre puede ser mejor,
porque me inspiras, me iluminas, me cuidas.
Porque contigo la magia pasa a un segundo plano,
porque eres vida,
ilusión,
y pasión.
Porque eres todo,
y nada si hablamos de maldad.
Te hablo de tus miedos,
de mis sueños,
de los tuyos,
mis complejos.
Te hablo de ser imperfectos,
pero reales.
Te hablo de discutir, de debatir, de reír.
Te hablo de escuchar, entender, vivir.
Te hablo de ti,
de mí,
y de un nuevo amanecer.
Comentarios
Publicar un comentario