Ir al contenido principal

Otro año se acaba...

 Ahora, que todo parece estar llegando a su fin, suena "The Scientist", de Coldplay, y el pasado ha vuelto a hacerse presente.

Nadie dijo que fuera a ser fácil, pero en este año donde hemos aprendido el valor de lo simple; donde hemos aprendido que el amor es más fuerte que la distancia; donde hemos aprendido a querer en voz alta... apareces tú en forma de canción y yo no puedo sacar tu melodía de mi cabeza.

Otro año se acaba, como muchos se han acabado desde entonces.

Quiero hacerme un autoestudio. Soy yo.

La chica que ahora mismo te quiere y quizá en dos segundos necesite estar lejos de ti. La chica que siente compasión cuando alguien le cuenta una historia terrible, y la misma que es capaz de neutralizar sus sentimientos en un instante.

La chica que ama hasta las últimas consecuencias; que escribe cartas y escucha canciones de amor. Soy la chica que adora el otoño, y los jerseys. Que es feliz cuando hay niebla porque se recuerda a sí misma que es igual que las personas: "por mucho que crees saber lo que hay más allá, no puedes estar segura hasta que te acercas".

La chica que no vas a poder sacar de tu cabeza porque te habrá inmortalizado en forma de letras; porque te querrá cuidar, porque te querrá y no solo amará tus cosas buenas, sino también amará todo lo que tú conoces como demonios.

La chica buena que te sacará de tus casillas más de una vez, pero también creerás que soy malvada de vez en cuando. Supongo que en eso consiste el equilibrio.

Y cada final de año que nos quede, cada diciembre, volveré a tu mente... si es que ya no estoy en tu vida, y pensarás que también soy la chica que ama en cada amanecer; que bajo la luz de las estrellas es feliz. Que cuando está en la playa y se queda mirando a la Luna, se siente tan atraída por ella que sería capaz de cruzar el océano a nado.

La chica que suele ver belleza en todos lados; en el verde del césped, en una roca que forma parte de un edificio desde hace siglos, en ti. En los animales, las plantas, la vida...

Y entonces sonará una canción. Alguna que nos represente a los dos.

Y todo esto,

nuestra historia,

lo que siquiera pasó,

sonará un poco más fuerte con cada

nota; con cada tac, que se sume al tic de nuestras vidas.


Comentarios

Entradas populares de este blog

y tú tampoco estás.

 Normalmente esto lo hubiera escrito de puño y letra y nunca hubiera visto la luz, pero estaba con el ordenador encendido y las ganas de escribirte me han podido. No he querido levantarme, prender la luz, perder el tiempo... Necesitaba decirte que lo siento, que estoy ardiendo por dentro de la pena que siento. Siento haber estado tan cansada algunas veces como para no sonreírte un poco más, como para no pasar a verte, como para no abrazarte con más fuerza. Siento haber estado triste algunas veces; enfadada otras. No contigo, no por ti, con la vida. Siento no haber sido siempre justa, no haberte tratado como tu alma se merecía.  Lo siento. Siento no haberte visto una última vez, no haberte dicho una vez más lo mucho que te quiero. Siento no haber llegado a ser la mujer que esperabas que fuera. Siento que no hayas conocido a esa bebé de la que siempre hablábamos. Te quiero. Siento no haberte escrito más poesías, no haber terminado antes mi libro; no haberte regalado esa segunda parte que

A corazón abierto

 El otro día tuvimos una conversación a corazón abierto -con nadie puedo, más que contigo-. Eso fue lo que me dijiste y yo callé un -me pasa lo mismo. Contigo desnudo mi alma sin pensármelo dos veces-. Pero para qué decírtelo, si cada vez que nos miramos nos vemos por dentro; si cada vez que nos abrazamos volvemos nuestros cuerpos eternidad hasta que el mundo real nos vuelve a avisar. Cada vez que tú me hablas, cada vez que te abres conmigo, siento ganas de ponerme a escribir. Quizá sea porque así fue nuestro comienzo, entre letras. Quizá sea porque quiero eternizar también tu alma, tus emociones, el amor que siento por ti. Quizá sean muchas cosas las que me tengan ahora aquí, entre el humo del incienso, sintiéndote, aunque no estés. Nos debemos unas cuantas estrellas, una noche en la que los recuerdos del pasado se vuelvan presente. Una noche donde solo estemos tú y yo. Somos dos almas que se encuentran a menudo y cuando eso pasa, nos amamos como se aman los artistas;  creando, sintié

agua salada en mi habitación.

 Me siento en la orilla del mar y, aunque son mis sábanas las que acarician mis piernas, siento cómo el agua salada roza mi piel. Solo veo esta oscura habitación y, sin embargo, al cerrar los ojos puedo ver un hermoso atardecer. Las nubes se tiñen de fuego y el agua refleja las brasas que calientan mi alma. Escucho a Lauren Renon, "Me and the Neon" y quiero creer que esa melodía que resuena en mi mente, no es otra que la de las olas golpeando con unas rocas que acabo de inventar. Qué bonita es la imaginación, ¿verdad? Que puede hacernos vivir lo que vimos y, al mismo tiempo, vivir aquello que nos gustaría estar viviendo.