Escucho Broken Dreams de Rebeca Lavelle a las dos y cuarto de la madrugada.
Creo que no hay ningún título que le pegue mejor a esta entrada; que concuerde más con la esencia de lo que vengo a decir.
Tengo el sueño roto, debería estar durmiendo. Pero mi memoria me ha llevado a ti.
A ti, que hace año y medio dejaste de respirar; a ti, con quien pasé grandes momentos en mi infancia. A ti, cuya última mirada vi hace demasiado tiempo.
A veces me pregunto si algo hubiera cambiado. Si haberte saludado aquel día hubiera engañado al destino; a la muerte.
Quizá quiera torturarme al preguntármelo. No pude evitar que tus latidos decidieran parar en mitad de la noche, cuando estabas a solas contigo mismo. Sé que no pude, pero me cuesta imaginar una vida entera sin ti.
Era demasiado pronto, ¿sabes?
Pero qué te voy a contar a ti...
Tú, que tendrías que haber seguido soñando, que tendrías que haber cumplido todos tus sueños, que tendrías que haber conquistado tu mundo.
No sé si volveremos a vernos, no sé qué hay más allá; no sé siquiera si hay algo; si has vuelto a empezar o si te has fundido con el polvo de las estrellas...
Pero me gusta pensar que nuestros caminos volverán a cruzarse alguna vez... Como ahora, que te pienso y te siento un poquito más cerca.
Jamás te irás del todo porque son muchos los corazones que laten un poquito más rápido al recordarte.
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