Ir al contenido principal

Navidad.

Cuando somos pequeños, consideramos la navidad como una época feliz ya que recibimos regalos y toda la familia se une, creemos que todo puede suceder en estas fechas porque la gente que nos ha vendido la moto y de repente, todos tenemos que ser buenos, pero bien, la gente que es buena, lo es durante todo el año y normalmente, no necesita nada a cambio.
Desde el año pasado, para mí estas fechas ya no son lo mismo. Ya falta alguien, ya hay ausencias, ya no se respira felicidad.

Últimamente me he dado cuenta de que tenemos que empezar a valorar lo que tenemos porque todo se acaba esfumando.
Somos como una pompa de jabón que cuanto más arriba está, más riesgo de explotar tiene.
Hay amores, amistades, relaciones, que parece que van a ser para toda la vida, que te sacan esa pequeña y tímida sonrisa que nada más puede sacarte, pero ahora sé que siempre hay algo mejor, que aunque no queramos verlo o nos de miedo enfrentarnos a la realidad, cuando algo se acaba es porque quizá, la vida nos tiene guardado algo mejor y ha puesto a esa persona en nuestra vida para ver si somos capaces de soportar un poco de dolor. Si todos tuvieramos todo lo que queremos en el momento que deseamos, ¿para qué vivir? ¿Para qué superarnos? Nadie querría nada más de lo que tiene y por lo tanto nadie lucharía.

Que yo no quiero ningún regalo físico, no quiero nada que se pague con dinero, yo quiero que este año no se vaya nadie más, no puedo soportar otra pérdida ahora mismo. 
Quiero que las personas que de verdad merezcan la pena, se queden a mi lado y las que no, que se larguen.
No tengo tanto tiempo como para perderlo con personas que no van a quedarse en las malas, así que solo quiero eso, una limpieza en mi vida.

El 2013 no ha sido un buen año que digamos, pero seguro que hay mucha gente que lo ha pasado peor y aquí está, sonriéndo, así que yo no soy quien para quejarme, porque dentro de lo malo, tengo casi todo lo que siempre había querido.

Feliz navidad para quien sigue creyendo que ser bueno unos días al año van a darle felicidad, y felices días aquellos que son buenos día a día, sea la época que sea.

Comentarios

Entradas populares de este blog

y tú tampoco estás.

 Normalmente esto lo hubiera escrito de puño y letra y nunca hubiera visto la luz, pero estaba con el ordenador encendido y las ganas de escribirte me han podido. No he querido levantarme, prender la luz, perder el tiempo... Necesitaba decirte que lo siento, que estoy ardiendo por dentro de la pena que siento. Siento haber estado tan cansada algunas veces como para no sonreírte un poco más, como para no pasar a verte, como para no abrazarte con más fuerza. Siento haber estado triste algunas veces; enfadada otras. No contigo, no por ti, con la vida. Siento no haber sido siempre justa, no haberte tratado como tu alma se merecía.  Lo siento. Siento no haberte visto una última vez, no haberte dicho una vez más lo mucho que te quiero. Siento no haber llegado a ser la mujer que esperabas que fuera. Siento que no hayas conocido a esa bebé de la que siempre hablábamos. Te quiero. Siento no haberte escrito más poesías, no haber terminado antes mi libro; no haberte regalado esa segunda parte que

A corazón abierto

 El otro día tuvimos una conversación a corazón abierto -con nadie puedo, más que contigo-. Eso fue lo que me dijiste y yo callé un -me pasa lo mismo. Contigo desnudo mi alma sin pensármelo dos veces-. Pero para qué decírtelo, si cada vez que nos miramos nos vemos por dentro; si cada vez que nos abrazamos volvemos nuestros cuerpos eternidad hasta que el mundo real nos vuelve a avisar. Cada vez que tú me hablas, cada vez que te abres conmigo, siento ganas de ponerme a escribir. Quizá sea porque así fue nuestro comienzo, entre letras. Quizá sea porque quiero eternizar también tu alma, tus emociones, el amor que siento por ti. Quizá sean muchas cosas las que me tengan ahora aquí, entre el humo del incienso, sintiéndote, aunque no estés. Nos debemos unas cuantas estrellas, una noche en la que los recuerdos del pasado se vuelvan presente. Una noche donde solo estemos tú y yo. Somos dos almas que se encuentran a menudo y cuando eso pasa, nos amamos como se aman los artistas;  creando, sintié

agua salada en mi habitación.

 Me siento en la orilla del mar y, aunque son mis sábanas las que acarician mis piernas, siento cómo el agua salada roza mi piel. Solo veo esta oscura habitación y, sin embargo, al cerrar los ojos puedo ver un hermoso atardecer. Las nubes se tiñen de fuego y el agua refleja las brasas que calientan mi alma. Escucho a Lauren Renon, "Me and the Neon" y quiero creer que esa melodía que resuena en mi mente, no es otra que la de las olas golpeando con unas rocas que acabo de inventar. Qué bonita es la imaginación, ¿verdad? Que puede hacernos vivir lo que vimos y, al mismo tiempo, vivir aquello que nos gustaría estar viviendo.