Ir al contenido principal
¿Recuerdas todas nuestras promesas? ¿Dónde están ahora?


Realmente, no sé cómo olvidar el daño que me hiciste. No sé cómo ignorar el desengaño que sufrí. Creí en ti, creí como nunca, y me fallaste, como siempre.
Mantuve la esperanza de que hubieses cambiado, de que estuvieses arrepentido y quisieras demostrarme cómo eras de verdad. Pero me equivoqué. Y lo estoy pagando.
Lo siento. Siento haberlo dado todo por ti. Siento haber estado ahí cuando nadie más estaba. Siento haber estado tan por encima de tus capacidades.


Aunque, he de agradecerte, en parte, el haberme abierto los ojos, y así ahorrarme tiempo perdido junto a ti. Porque yo, cuando prometo algo, quiero cumplirlo. Cuando digo algo, lo digo en serio.... pero parece que tú eres todo lo opuesto a mí. Parece que nunca dijiste nada de verdad  y, ¿Sabes una cosa? Soy feliz. Ahora, porque no tengo que seguir aguantando tus tonterías. Realmente quise ayudarte. Quise que fueras feliz, y quise ser lo que llegamos a ser una vez... pero no supiste verlo, y ahora, cuando veas que me pierdes... te arrepentirás... y estoy segura de que volverás a venir con el rabo entre las piernas, como haces siempre... pero yo ya no estaré. Me habré ido. Me habré ido para siempre.


Me enseñaste a desconfiar incluso de mi propia sombra. Me demostraste que si caminaba a su lado, me abandonaría en la oscuridad. Igual que tú has querido abandonarme en el olvido. Pero, ¿sabes? siempre formaré parte de ti. De tu historia. Siempre seré un rincón en tu vida, en tus recuerdos... y, te guste o no, vas a recordarme. Y cuando lo hagas, sabrás que has hecho muy mal permitiendo que me vaya.


Sabía que esto podía pasar, así que no me sorprendo de que ya no estés aquí. De hecho, solo quería despedirme diciendo "de nada", por todas los "gracias" que no diste. Diciendo "gracias" a todas lecciones que no supiste darme. 
Quiero despedirme, también, diciéndote, que cuando escuches mi nombre... volverán a ti todos los momentos que pasamos juntos, y cuando sepas de mí, porque la gente se encargará de que te lleguen noticias sobre mí, sentirás un gran vacío, y ¿Sabes por qué? Porque un día, tuviste tu lugar en mi vida, y esas noticias, podrían hablar de ti... Pero ahora, ya nunca más dejaré que entres en mi vagón... Porque prefiero la soledad, a una compañía como la tuya,


Comentarios

Entradas populares de este blog

y tú tampoco estás.

 Normalmente esto lo hubiera escrito de puño y letra y nunca hubiera visto la luz, pero estaba con el ordenador encendido y las ganas de escribirte me han podido. No he querido levantarme, prender la luz, perder el tiempo... Necesitaba decirte que lo siento, que estoy ardiendo por dentro de la pena que siento. Siento haber estado tan cansada algunas veces como para no sonreírte un poco más, como para no pasar a verte, como para no abrazarte con más fuerza. Siento haber estado triste algunas veces; enfadada otras. No contigo, no por ti, con la vida. Siento no haber sido siempre justa, no haberte tratado como tu alma se merecía.  Lo siento. Siento no haberte visto una última vez, no haberte dicho una vez más lo mucho que te quiero. Siento no haber llegado a ser la mujer que esperabas que fuera. Siento que no hayas conocido a esa bebé de la que siempre hablábamos. Te quiero. Siento no haberte escrito más poesías, no haber terminado antes mi libro; no haberte regalado esa segunda parte que

A corazón abierto

 El otro día tuvimos una conversación a corazón abierto -con nadie puedo, más que contigo-. Eso fue lo que me dijiste y yo callé un -me pasa lo mismo. Contigo desnudo mi alma sin pensármelo dos veces-. Pero para qué decírtelo, si cada vez que nos miramos nos vemos por dentro; si cada vez que nos abrazamos volvemos nuestros cuerpos eternidad hasta que el mundo real nos vuelve a avisar. Cada vez que tú me hablas, cada vez que te abres conmigo, siento ganas de ponerme a escribir. Quizá sea porque así fue nuestro comienzo, entre letras. Quizá sea porque quiero eternizar también tu alma, tus emociones, el amor que siento por ti. Quizá sean muchas cosas las que me tengan ahora aquí, entre el humo del incienso, sintiéndote, aunque no estés. Nos debemos unas cuantas estrellas, una noche en la que los recuerdos del pasado se vuelvan presente. Una noche donde solo estemos tú y yo. Somos dos almas que se encuentran a menudo y cuando eso pasa, nos amamos como se aman los artistas;  creando, sintié

agua salada en mi habitación.

 Me siento en la orilla del mar y, aunque son mis sábanas las que acarician mis piernas, siento cómo el agua salada roza mi piel. Solo veo esta oscura habitación y, sin embargo, al cerrar los ojos puedo ver un hermoso atardecer. Las nubes se tiñen de fuego y el agua refleja las brasas que calientan mi alma. Escucho a Lauren Renon, "Me and the Neon" y quiero creer que esa melodía que resuena en mi mente, no es otra que la de las olas golpeando con unas rocas que acabo de inventar. Qué bonita es la imaginación, ¿verdad? Que puede hacernos vivir lo que vimos y, al mismo tiempo, vivir aquello que nos gustaría estar viviendo.