Ir al contenido principal

Empieza por sonreír, sigue por no dejar de hacerlo nunca.


Dicen que no se puede sonreír, de verdad, sin enseñar los dientes. En cambio, yo creo que sí. Prueba. Sonríe, demuestra que sí se puede sonreír sin enseñar lo dientes. Sonríe.

¿Has sonreído?

Espero que sí.

¿Ves? 

No importa que hayas tenido un mal día. Has sido capaz de dejar atrás todos tus problemas y sonreír. Por eso estoy orgullosa de ti. No me importa quién seas. No me importa lo que te pase. No me importa que hace unos segundos tuvieras ganas de tirar la toalla. Lo que me importa es que acabas de sonreír. Lo que demuestra que eres capaz de ser fuerte. Eres capaz de evadirte de todo el mundo exterior  y centrarte en tu felicidad... Por eso, voy a hacerte una pregunta: ¿De verdad vas a confundir tener un mal día con tener una vida de mierda? Espero que no.

Yo he tenido problemas. Sí. Como todo el mundo.

¿Me he sentido mal? Claro.
¿He tenido ganas de rendirme? Por supuesto.
¿He creído que no tenía a nadie a mi lado? También es verdad.
Pero me equivocaba.
Ahora estoy segura de que SIEMPRE hay alguien que está dispuesto a hacer lo que sea por echarnos una mano, aunque no sepamos verlo. Aunque no queramos verlo. Por eso voy a pedirte que abras los ojos. No todo es lo que parece ser.

Sé que muchas veces parece que la vida te puede. Posiblemente ahora eches de menos a alguien. Ya sea porque hayas discutido con él/ella, o porque se haya ido de otra forma. Puede que no te sientas bien contigo mism@, puede que hayas suspendido algo y tengas que estudiar para septiembre. Puede que te hayas enfadado con alguien. Pueden haberte pasado millones de cosas. Pero una cosa es cierta. Está viva. 

Tienes posibilidades de salir adelante así que no te rindas. 

Yo estoy a tu lado, y como yo... mucha gente más.

Confío en ti. No te rindas. 

Mucha gente ha pasado por tu situación.

Llora.
Salta.
Ríe.
Pero, sobre todo, vive.

Una amiga mía me dijo una vez que dejara que lo malo quedara atrás y que lo bueno fuera lo que me impulsara hacia adelante, y desde que lo hice; soy feliz. Así que te invito a que lo hagas también.

De verdad que siento mucho si las cosas no van como tú quieres que vayan. Lo siento de corazón, pero no te tengo lástima. No puedes encerrarte en tu dolor, porque si lo haces nunca más saldrás a flote. ¿Has jugado alguna vez a los barcos? ¿Has oído alguna vez la expresión "después del tocado va el hundido"? Pues eso te pasará a ti si no luchas por salir a flote.

Sonríe.
Sí, vuelve a hacerlo. SONRÍEEEE. No es tan difícil. No tiene porque ser una sonrisa real. Pero sonríe hasta que te creas tu propia sonrisa. Hazlo. Estoy segura de que vistes una sonrisa hermosa. (Como tú)

Comentarios

Entradas populares de este blog

y tú tampoco estás.

 Normalmente esto lo hubiera escrito de puño y letra y nunca hubiera visto la luz, pero estaba con el ordenador encendido y las ganas de escribirte me han podido. No he querido levantarme, prender la luz, perder el tiempo... Necesitaba decirte que lo siento, que estoy ardiendo por dentro de la pena que siento. Siento haber estado tan cansada algunas veces como para no sonreírte un poco más, como para no pasar a verte, como para no abrazarte con más fuerza. Siento haber estado triste algunas veces; enfadada otras. No contigo, no por ti, con la vida. Siento no haber sido siempre justa, no haberte tratado como tu alma se merecía.  Lo siento. Siento no haberte visto una última vez, no haberte dicho una vez más lo mucho que te quiero. Siento no haber llegado a ser la mujer que esperabas que fuera. Siento que no hayas conocido a esa bebé de la que siempre hablábamos. Te quiero. Siento no haberte escrito más poesías, no haber terminado antes mi libro; no haberte regalado esa segunda parte que

A corazón abierto

 El otro día tuvimos una conversación a corazón abierto -con nadie puedo, más que contigo-. Eso fue lo que me dijiste y yo callé un -me pasa lo mismo. Contigo desnudo mi alma sin pensármelo dos veces-. Pero para qué decírtelo, si cada vez que nos miramos nos vemos por dentro; si cada vez que nos abrazamos volvemos nuestros cuerpos eternidad hasta que el mundo real nos vuelve a avisar. Cada vez que tú me hablas, cada vez que te abres conmigo, siento ganas de ponerme a escribir. Quizá sea porque así fue nuestro comienzo, entre letras. Quizá sea porque quiero eternizar también tu alma, tus emociones, el amor que siento por ti. Quizá sean muchas cosas las que me tengan ahora aquí, entre el humo del incienso, sintiéndote, aunque no estés. Nos debemos unas cuantas estrellas, una noche en la que los recuerdos del pasado se vuelvan presente. Una noche donde solo estemos tú y yo. Somos dos almas que se encuentran a menudo y cuando eso pasa, nos amamos como se aman los artistas;  creando, sintié

agua salada en mi habitación.

 Me siento en la orilla del mar y, aunque son mis sábanas las que acarician mis piernas, siento cómo el agua salada roza mi piel. Solo veo esta oscura habitación y, sin embargo, al cerrar los ojos puedo ver un hermoso atardecer. Las nubes se tiñen de fuego y el agua refleja las brasas que calientan mi alma. Escucho a Lauren Renon, "Me and the Neon" y quiero creer que esa melodía que resuena en mi mente, no es otra que la de las olas golpeando con unas rocas que acabo de inventar. Qué bonita es la imaginación, ¿verdad? Que puede hacernos vivir lo que vimos y, al mismo tiempo, vivir aquello que nos gustaría estar viviendo.