Ir al contenido principal

No me lo creo.

¡Hola!
¿Qué tal?
No sé si alguien te lo habrá preguntado hoy, así que quiero hacerlo yo. Tampoco sé si alguien te ha pedido que sonrías... pero, sea como sea, sonríe. Seguro que te sienta genial.
También quiero decirte que no me creo que estés tan bien como finges estar. Seguro que te pasas el día sonriendo, pero cuando estás sola no le encuentras sentido a nada.
Seguro que sientes algo extraño en la boca del estómago; y que incluso, a veces, te cuesta respirar. Seguro que, a veces, no le encuentras explicación. seguro que no quieres ayuda y, seguro que quieres huir.

Está bien.

Huye. Huye lejos; no mires atrás si no quieres.

Pero, todas esas sensaciones sin sentido aparente, se deben a un vació interior que debes llenar gracias a pequeños detalles.
Detalles tan "insignificantes" como hacer sonreír a alguien, como ayudar. Como hacer feliz. Como aprender a quererte; como valorar la vida. Detalles tan, pero tan insignificantes, que no les das importancia nunca.
Seguramente, alguna noche, de estas en las que no puedes dormir... te preguntas si estás haciendo lo correcto. ¿Verdad? E incluso me atrevería a decir que tardas en dormite porque te imaginas cómo te gustaría que fuera tu vida realmente.

Así que, hazme un favor. Cierra los ojos. Ahora... e imagina tu vida dentro de unos meses, de unos años... ¿cómo te gustaría que fuera?
¿Estás siguiendo el camino?

Si no es así... ¿qué estás haciendo? ¿por qué lo estás haciendo? ¿te sientes bien así? ¿quieres sentirte mejor?

¿sabes? no tengo ni idea de quién eres. No lo sé, y la verdad es que tampoco me importa. Todos pasamos por etapas así en algún momento de nuestra vida, así que creo que puedo entenderte. Creo que puedo sentir lo mismo que, en algún momento, has sentido tú. Y, si todavía no lo he sentido, sé que lo sentiré cuando yo misma decida hacerme estas preguntas.

Creo que tenemos que vivir la vida hoy. Ahora. Hacer lo que nos hace sentir; y no lo que debemos hacer. Creo que es el único modo de ser feliz. Rebélate contra tus miedos; contra tus complejos. Rebélate por hoy, y comienza a ser feliz.

No me creo que estés bien. No me lo creo. No me creo que no necesites ayuda; no me creo que quieras alejarte de tus mejores amigos, no creo que no puedas. De hecho, creo que todos necesitamos un poco de ayuda, a veces. Creo que puedes; porque no sentimos el dolor que no podemos soportar. Y, por supuesto, creo que dentro de algún tiempo, podré empezar a creer que estás bien... porque lo estarás de verdad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

y tú tampoco estás.

 Normalmente esto lo hubiera escrito de puño y letra y nunca hubiera visto la luz, pero estaba con el ordenador encendido y las ganas de escribirte me han podido. No he querido levantarme, prender la luz, perder el tiempo... Necesitaba decirte que lo siento, que estoy ardiendo por dentro de la pena que siento. Siento haber estado tan cansada algunas veces como para no sonreírte un poco más, como para no pasar a verte, como para no abrazarte con más fuerza. Siento haber estado triste algunas veces; enfadada otras. No contigo, no por ti, con la vida. Siento no haber sido siempre justa, no haberte tratado como tu alma se merecía.  Lo siento. Siento no haberte visto una última vez, no haberte dicho una vez más lo mucho que te quiero. Siento no haber llegado a ser la mujer que esperabas que fuera. Siento que no hayas conocido a esa bebé de la que siempre hablábamos. Te quiero. Siento no haberte escrito más poesías, no haber terminado antes mi libro; no haberte regalado esa segunda parte que

A corazón abierto

 El otro día tuvimos una conversación a corazón abierto -con nadie puedo, más que contigo-. Eso fue lo que me dijiste y yo callé un -me pasa lo mismo. Contigo desnudo mi alma sin pensármelo dos veces-. Pero para qué decírtelo, si cada vez que nos miramos nos vemos por dentro; si cada vez que nos abrazamos volvemos nuestros cuerpos eternidad hasta que el mundo real nos vuelve a avisar. Cada vez que tú me hablas, cada vez que te abres conmigo, siento ganas de ponerme a escribir. Quizá sea porque así fue nuestro comienzo, entre letras. Quizá sea porque quiero eternizar también tu alma, tus emociones, el amor que siento por ti. Quizá sean muchas cosas las que me tengan ahora aquí, entre el humo del incienso, sintiéndote, aunque no estés. Nos debemos unas cuantas estrellas, una noche en la que los recuerdos del pasado se vuelvan presente. Una noche donde solo estemos tú y yo. Somos dos almas que se encuentran a menudo y cuando eso pasa, nos amamos como se aman los artistas;  creando, sintié

agua salada en mi habitación.

 Me siento en la orilla del mar y, aunque son mis sábanas las que acarician mis piernas, siento cómo el agua salada roza mi piel. Solo veo esta oscura habitación y, sin embargo, al cerrar los ojos puedo ver un hermoso atardecer. Las nubes se tiñen de fuego y el agua refleja las brasas que calientan mi alma. Escucho a Lauren Renon, "Me and the Neon" y quiero creer que esa melodía que resuena en mi mente, no es otra que la de las olas golpeando con unas rocas que acabo de inventar. Qué bonita es la imaginación, ¿verdad? Que puede hacernos vivir lo que vimos y, al mismo tiempo, vivir aquello que nos gustaría estar viviendo.