Cierro los ojos, y eres lo primero que veo.
Hace un año te hubiera dicho "quédate con la persona que ves cuando tienes los ojos cerrados", pero hoy no. Porque si te lo dijera a ti, me lo tendría que decir a mí... y mi cabeza estaría de acuerdo con eso de tener que olvidarte.
Mentiría si dijese que quiero hacerlo; que quiero arrancar de mi piel todas tus caricias, que quiero borrar lo que fuimos. Mentiría si dijera que no siento nada cuando escucho tu nombre, y seguiría haciéndolo si dijera que una parte de mí no tiene esperanzas en que nuestras vidas vuelvan a cruzarse...
Pero necesito sacarte de mí.
Necesito rehacer mi vida. Quererme, querer, y dejar que me quieran.
Necesito empezar de cero.
Has sido enero, abrazos; julio y tormentas.
Lo has sido todo.
Cierro los ojos, y te siento. Tus caricias siguen rozando mi cuerpo. Tus besos, fríos, calan en lo más profundo de mi ser. Tus sueños, están cumpliéndose a mi lado. Cierro los ojos: somos felices.
Te digo que no quiero perderte; susurras las mismas palabras. Me quieres, y yo quiero besarte.
Los abro, y te has ido.
No queda nada de ti, respiro. Me miro en el espejo y veo que no queda nada de mí.
¿Dónde estoy?
No consigo encontrarme.
Me he perdido; la brújula que siempre marcaba hacia ti, se ha estropeado; ahora me manda hacia otro rincón.
Pero dime, amor, ¿cómo seguirla si el destino que me espera me separa de la vida que quería tener a tu lado?
Dime, ¿cómo puedo hacerlo?
¿Cómo sigo?
Cierro los ojos, y duermo. Sólo así podré volver a sentirte a mi lado... Mientras tanto: Cuídate, la vida te tiene guardadas un millón de sorpresas.
Te quiero.
Posdata: Te echo de menos.
Comentarios
Publicar un comentario