Ir al contenido principal

Necesito tiempo.

Vamos a tomarnos un tiempo para contemplarnos.
Quiero verte reír, y quiero sentir cómo tu mirada se clava en mi pupila.
Quiero rozarte la mano, y que acaricies mi mejilla justo antes de besarme.
Quiero que me abraces cuando haga frío, y que no sepas qué decir cuando estoy en silencio.


Quiero aprender a dejar que me quieras; así como también quiero aprender a quererte mejor.
Necesito tiempo.

Necesito tiempo para entender todo lo que tus gestos significan. Tiempo para saber cuáles son las pasiones por las que dejarías todo atrás.

Tiempo para hacer que esto sea eterno. Tiempo.

Tiempo para demostrarte que puedo ser mejor, y que no quiero que cambies.

Tiempo para hacerte saber que eres una de las maravillas del mundo, y que todo ha ido a mejor desde que te colaste en mi vida.

Tiempo para ayudarte a que te valores y para darte motivos por los que quererte.

Quiero tenderte la mano, y pedirte que te aferres a ella cuando no te sientas con fuerza para levantarte. Te dejaré dos opciones: Puedes usarla para ponerte en pie, o puedes pedirme que me tumbe contigo hasta que tengas ganas de cambiar de posición.

Tiempo para gritarte a los cuatro vientos que te quiero.

Tiempo, porque no puedo pretender ver crecer este árbol si no dedico un poco de mi tiempo a regar la semilla que estamos sembrando...


Necesito tiempo para decirte todas las razones por las que mi corazón se sale de mi pecho cada vez que pienso en ti.

Comentarios

Entradas populares de este blog

y tú tampoco estás.

 Normalmente esto lo hubiera escrito de puño y letra y nunca hubiera visto la luz, pero estaba con el ordenador encendido y las ganas de escribirte me han podido. No he querido levantarme, prender la luz, perder el tiempo... Necesitaba decirte que lo siento, que estoy ardiendo por dentro de la pena que siento. Siento haber estado tan cansada algunas veces como para no sonreírte un poco más, como para no pasar a verte, como para no abrazarte con más fuerza. Siento haber estado triste algunas veces; enfadada otras. No contigo, no por ti, con la vida. Siento no haber sido siempre justa, no haberte tratado como tu alma se merecía.  Lo siento. Siento no haberte visto una última vez, no haberte dicho una vez más lo mucho que te quiero. Siento no haber llegado a ser la mujer que esperabas que fuera. Siento que no hayas conocido a esa bebé de la que siempre hablábamos. Te quiero. Siento no haberte escrito más poesías, no haber terminado antes mi libro; no haberte regalado esa segunda parte que

A corazón abierto

 El otro día tuvimos una conversación a corazón abierto -con nadie puedo, más que contigo-. Eso fue lo que me dijiste y yo callé un -me pasa lo mismo. Contigo desnudo mi alma sin pensármelo dos veces-. Pero para qué decírtelo, si cada vez que nos miramos nos vemos por dentro; si cada vez que nos abrazamos volvemos nuestros cuerpos eternidad hasta que el mundo real nos vuelve a avisar. Cada vez que tú me hablas, cada vez que te abres conmigo, siento ganas de ponerme a escribir. Quizá sea porque así fue nuestro comienzo, entre letras. Quizá sea porque quiero eternizar también tu alma, tus emociones, el amor que siento por ti. Quizá sean muchas cosas las que me tengan ahora aquí, entre el humo del incienso, sintiéndote, aunque no estés. Nos debemos unas cuantas estrellas, una noche en la que los recuerdos del pasado se vuelvan presente. Una noche donde solo estemos tú y yo. Somos dos almas que se encuentran a menudo y cuando eso pasa, nos amamos como se aman los artistas;  creando, sintié

agua salada en mi habitación.

 Me siento en la orilla del mar y, aunque son mis sábanas las que acarician mis piernas, siento cómo el agua salada roza mi piel. Solo veo esta oscura habitación y, sin embargo, al cerrar los ojos puedo ver un hermoso atardecer. Las nubes se tiñen de fuego y el agua refleja las brasas que calientan mi alma. Escucho a Lauren Renon, "Me and the Neon" y quiero creer que esa melodía que resuena en mi mente, no es otra que la de las olas golpeando con unas rocas que acabo de inventar. Qué bonita es la imaginación, ¿verdad? Que puede hacernos vivir lo que vimos y, al mismo tiempo, vivir aquello que nos gustaría estar viviendo.