Dice Pedro Salinas, que la memoria está en las manos.
No puedo estar más de acuerdo con él.
Hoy he dado un pequeño paseo por mi ciudad natal: Tarazona. Las calles están cargadas de tanta historia... Al fin y al cabo... fue fundada el siglo I a.C.
Cada piedra que yo toco, fue colocada por otras manos. Construcciones inmensas, pequeños detalles. Los toco,
toco,
toco,
y lo que toco ya ha sido tocado antes.
¿Cuántas manos pasarán por el mismo lugar?
La memoria está en el tacto,
como el tacto de tu piel, que se grabó a fuego entre mis dedos el primer día que nuestros labios decidieron bailar juntos.
La memoria está en las manos.
Manos que siguen buscando la tuya cuando salgo a pasear.
Te has perdido, y yo no quiero encontrarme sin ti.
Por mí y por todos mis amigos, cuando éramos niños perdernos era mucho más divertido, pues sabíamos que al final, volveríamos a encontrarnos.
Pero sé que nuestra niñez vive dentro de nosotros, así que en esta partida de escondite te prometo volver a por ti, tocarte, y susurrarte en el oído por mí, y por la memoria de mi piel, prometo no seguir huyendo de lo que siento.
No puedo estar más de acuerdo con él.
Hoy he dado un pequeño paseo por mi ciudad natal: Tarazona. Las calles están cargadas de tanta historia... Al fin y al cabo... fue fundada el siglo I a.C.
Cada piedra que yo toco, fue colocada por otras manos. Construcciones inmensas, pequeños detalles. Los toco,
toco,
toco,
y lo que toco ya ha sido tocado antes.
¿Cuántas manos pasarán por el mismo lugar?
La memoria está en el tacto,
como el tacto de tu piel, que se grabó a fuego entre mis dedos el primer día que nuestros labios decidieron bailar juntos.
La memoria está en las manos.
Manos que siguen buscando la tuya cuando salgo a pasear.
Te has perdido, y yo no quiero encontrarme sin ti.
Por mí y por todos mis amigos, cuando éramos niños perdernos era mucho más divertido, pues sabíamos que al final, volveríamos a encontrarnos.
Pero sé que nuestra niñez vive dentro de nosotros, así que en esta partida de escondite te prometo volver a por ti, tocarte, y susurrarte en el oído por mí, y por la memoria de mi piel, prometo no seguir huyendo de lo que siento.
Comentarios
Publicar un comentario