A
veces no podemos hacer otra cosa que pedir perdón.
Perdón
por no haber estado ahí,
por
no haber sabido leer entre líneas.
Por
no haberme dado cuenta antes.
Perdón por no decir "te quiero",
por
no abrazarte un poco más fuerte la última vez que te vi.
Perdón
por no ser mi mejor versión.
Perdón
por no reír lo suficiente,
y
por contestarte siempre como si ya tuvieras que saber la respuesta,
como
si tuvieras que saberlo todo.
Perdón por no estar a la altura,
por
prometer cosas que sabía que no iba a poder cumplir,
por
añadirle siempre dos puntos a tus puntos finales.
Perdón.
Perdón
por no haberte dejado llorar,
por
no quedarme para secarte las lágrimas.
Perdón
por huir cuando todo se pone difícil.
Perdón
por no darte la mano
y
ayudarte a cruzar todos los puentes
que
iban a llevarte a tu destino.
Perdón por cerrarte las puertas,
Por
abrirte las ventanas,
y
dejar que la corriente refrescara tu mente.
Perdón por haberte querido a mi manera,
por
no ser perfecta.
Por
reírme de los problemas,
y
no saber llorar cuando algo se va.
Perdón por irme,
sin
decirte adiós.
Perdón
por volver tantas veces,
por
creer en segundas, terceras, y hasta décimas oportunidades.
Perdón por no ser mi mejor versión,
pero
esto es lo que soy hoy,
independientemente
de quien fui ayer,
y
de quien podré llegar a ser mañana,
si
es que mañana llega.
Comentarios
Publicar un comentario