20:30 hrs.
El aroma del incienso me está embriagando y temo que el té haga arder mis entrañas si tomo ya el primer sorbo.
Como diría alguien a quien aprecio mucho: mi abuela, los pájaros trinan ahí fuera porque quieren acostarse pronto. Los últimos rayos de sol golpean la fachada de en frente y no dejo de sentirme atrapada por su luz.
¿Es lo que les pasa a los mosquitos?
¿Que, suicidas, se prenden de ella hasta el punto de morir a sus pies?
A veces me pregunto si también podría pasarme contigo. Ya sabes, porque cuando sonríes, me siento morir en tus brazos.
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