Te quiero por el hecho de estar contigo cada día, la verdad es que me da igual no verte, no sentirte. Sé que estás ahí y que nunca más estaré sola. Te quiero porque haces que todo sea un poco más fácil, pero, sobretodo, lo hago porque cuando me sacas de quicio, consigues hacerme sonreír antes de que pueda enfadarme contigo. Te quiero porque normalmente los "para siempre" me parecen demasiado tiempo, pero a tu lado me parece muy poco. Cuando estoy contigo los no puedo desaparecen, los esto es una mierda, los ya nada tiene sentido. Te quiero porque realmente no necesito ningún motivo para saber lo que siento por ti.
Normalmente esto lo hubiera escrito de puño y letra y nunca hubiera visto la luz, pero estaba con el ordenador encendido y las ganas de escribirte me han podido. No he querido levantarme, prender la luz, perder el tiempo... Necesitaba decirte que lo siento, que estoy ardiendo por dentro de la pena que siento. Siento haber estado tan cansada algunas veces como para no sonreírte un poco más, como para no pasar a verte, como para no abrazarte con más fuerza. Siento haber estado triste algunas veces; enfadada otras. No contigo, no por ti, con la vida. Siento no haber sido siempre justa, no haberte tratado como tu alma se merecía. Lo siento. Siento no haberte visto una última vez, no haberte dicho una vez más lo mucho que te quiero. Siento no haber llegado a ser la mujer que esperabas que fuera. Siento que no hayas conocido a esa bebé de la que siempre hablábamos. Te quiero. Siento no haberte escrito más poesías, no haber terminado antes mi libro; no haberte regalado esa segunda parte que
Comentarios
Publicar un comentario