Ir al contenido principal

"Pequeña historia de dos."

Me enamoré de tí un día cualquiera, después de que te pegaras cuatro años insistiendo, un día me di cuenta de que te quería.
¿Recuerdas el viaje a Madrid? hacíamos todo lo posible por estar juntos, el viaje de vuelta fue perfecto..tan perfecto que fue la primera vez que dormí a tu lado...
Un par de días después empezamos a salir y tardamos un mes en darnos nuestro primer beso, estábamos tan bien que nos daba miedo dar un paso más allá. Fue en mi portal, cuando iba a subirme al ascensor, ¿Te acuerdas? me dijiste que esperara y me besaste. No sabes cuantas ganas tenía de que llegara ese momento. Después de cuatro meses juntos, las dudas se apoderaron de mí y puse fin a lo nuestro, aunque resulto ser solo una pausa. Intentamos rehacer nuestra vida con muchas personas, nuestra vida empezó a empeorar porque no estábamos juntos, así que después de unas cuantas decepciones y unos cuantos sustos, decidimos volverlo a intentar, un ocho de enero. Parecía que todo había cambiado, éramos tan diferentes, estábamos tan cambiados... Pero también salió mal. Hubo un par de intentos más, pero nada, todo salía mal... 
Siempre nos han enseñado a luchar por lo que se quiere, así que volvimos a intentarlo, y aquí estamos, juntos, catorce meses después. De una forma u otra, saliendo, o siendo "amigos" hemos estado juntos casi tres años y supongo, que eso era muy difícil de perder.
Nunca me había imaginado sonreír estando en mi cuarto al mirar a la pantalla del móvil por un "buenas noches, pequeña" tuyo, o llorar como una niña cuando pierde un juguete por un recuerdo juntos. 
Hace más de siete años que somos mejores amigos y me acuerdo perfectamente de que siempre había querido para ti alguien mejor, porque yo soy difícil de querer al igual que me resulta difícil hacerlo a mí. Quería que tuvieras alguien con quien compartir tus inviernos más duros y tus primaveras más alegres y sin darme cuenta, acabé siendo esa persona.
Quizá tenemos nuestras diferencias, nuestras rachas, nuestros recuerdos malos, pero así funcionan las cosas, por muchas cosas malas que nos pasen siempre encontramos la manera más extraña de eferrarnos a nosotros mismos y no parar de querernos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

y tú tampoco estás.

 Normalmente esto lo hubiera escrito de puño y letra y nunca hubiera visto la luz, pero estaba con el ordenador encendido y las ganas de escribirte me han podido. No he querido levantarme, prender la luz, perder el tiempo... Necesitaba decirte que lo siento, que estoy ardiendo por dentro de la pena que siento. Siento haber estado tan cansada algunas veces como para no sonreírte un poco más, como para no pasar a verte, como para no abrazarte con más fuerza. Siento haber estado triste algunas veces; enfadada otras. No contigo, no por ti, con la vida. Siento no haber sido siempre justa, no haberte tratado como tu alma se merecía.  Lo siento. Siento no haberte visto una última vez, no haberte dicho una vez más lo mucho que te quiero. Siento no haber llegado a ser la mujer que esperabas que fuera. Siento que no hayas conocido a esa bebé de la que siempre hablábamos. Te quiero. Siento no haberte escrito más poesías, no haber terminado antes mi libro; no haberte regalado esa segunda parte que

A corazón abierto

 El otro día tuvimos una conversación a corazón abierto -con nadie puedo, más que contigo-. Eso fue lo que me dijiste y yo callé un -me pasa lo mismo. Contigo desnudo mi alma sin pensármelo dos veces-. Pero para qué decírtelo, si cada vez que nos miramos nos vemos por dentro; si cada vez que nos abrazamos volvemos nuestros cuerpos eternidad hasta que el mundo real nos vuelve a avisar. Cada vez que tú me hablas, cada vez que te abres conmigo, siento ganas de ponerme a escribir. Quizá sea porque así fue nuestro comienzo, entre letras. Quizá sea porque quiero eternizar también tu alma, tus emociones, el amor que siento por ti. Quizá sean muchas cosas las que me tengan ahora aquí, entre el humo del incienso, sintiéndote, aunque no estés. Nos debemos unas cuantas estrellas, una noche en la que los recuerdos del pasado se vuelvan presente. Una noche donde solo estemos tú y yo. Somos dos almas que se encuentran a menudo y cuando eso pasa, nos amamos como se aman los artistas;  creando, sintié

agua salada en mi habitación.

 Me siento en la orilla del mar y, aunque son mis sábanas las que acarician mis piernas, siento cómo el agua salada roza mi piel. Solo veo esta oscura habitación y, sin embargo, al cerrar los ojos puedo ver un hermoso atardecer. Las nubes se tiñen de fuego y el agua refleja las brasas que calientan mi alma. Escucho a Lauren Renon, "Me and the Neon" y quiero creer que esa melodía que resuena en mi mente, no es otra que la de las olas golpeando con unas rocas que acabo de inventar. Qué bonita es la imaginación, ¿verdad? Que puede hacernos vivir lo que vimos y, al mismo tiempo, vivir aquello que nos gustaría estar viviendo.