Ir al contenido principal
La verdad es que no sé exactamente lo que espero de ti... y mucho menos sé lo que espero de mí.
Hace tiempo que no somos lo que solíamos ser y, ¿sabes? me siento vacía desde que no estás...
Porque antes pasábamos las horas hablando de cualquier cosa, incluso hablábamos de temas sin sentido... no podíamos pasar una hora sin hablar, y sin embargo, ahora hace tiempo que no decimos ni "hola".
Cuando te conocí, no creía en los "para siempre" porque tenía la manía de irme de la vida de la gente... pero ahora, ahora lo daría todo porque fuéramos la puta excepción que confirmara la regla.
Una parte de mí, quiere acabar con todo esto, porque repetir la misma historia, una y otra vez, me está quemando por dentro, pero otra parte, quiere pedirte perdón, sin saber muy bien por qué.
La parte que no puede más, está enfadada y decepcionada, contigo, conmigo... necesita que seas tú quien de el paso, porque necesito saber que te importo... pero la otra parte, la que manda, es capaz de todo por el simple hecho de no perderte... (mírame... son las cuatro de la mañana y aquí estoy, escribiéndote...)
¿A cuál debo hacerle caso?

He estado leyendo nuestras conversaciones del 2.012, y joder.
¿Quién iba a decir que íbamos a acabar así?
Esas dos personas merecían ser eternas... pero supongo que, además de cambiar, el tiempo nos ha mostrado la parte que no queríamos conocer...

¿A ti no te pasa? ¿No lo darías todo por volver ahí? Por ser lo que éramos hace nada...
Es irónico que dejemos que esto se acabe... y es patético que hayamos pasado de un extremo a otro,  en cuestión de segundos...

Te echo de menos, pero eso no cambia nada...  (ojalá sí que lo hiciera)
Solo te pido una última cosa... cierra los ojos y piensa en el ayer, piensa en todo lo que hemos hecho por vernos sonreír...y dime si alguien más es capaz de hacer todo lo que he hecho yo por ti... piensa en todas nuestras promesas... y dime si merece la pena dejarlas en el olvido...

Si alguna vez, necesitas algo, sabes donde encontrarme...
(S)iempre.

Comentarios

Entradas populares de este blog

y tú tampoco estás.

 Normalmente esto lo hubiera escrito de puño y letra y nunca hubiera visto la luz, pero estaba con el ordenador encendido y las ganas de escribirte me han podido. No he querido levantarme, prender la luz, perder el tiempo... Necesitaba decirte que lo siento, que estoy ardiendo por dentro de la pena que siento. Siento haber estado tan cansada algunas veces como para no sonreírte un poco más, como para no pasar a verte, como para no abrazarte con más fuerza. Siento haber estado triste algunas veces; enfadada otras. No contigo, no por ti, con la vida. Siento no haber sido siempre justa, no haberte tratado como tu alma se merecía.  Lo siento. Siento no haberte visto una última vez, no haberte dicho una vez más lo mucho que te quiero. Siento no haber llegado a ser la mujer que esperabas que fuera. Siento que no hayas conocido a esa bebé de la que siempre hablábamos. Te quiero. Siento no haberte escrito más poesías, no haber terminado antes mi libro; no haberte regalado esa segunda parte que

A corazón abierto

 El otro día tuvimos una conversación a corazón abierto -con nadie puedo, más que contigo-. Eso fue lo que me dijiste y yo callé un -me pasa lo mismo. Contigo desnudo mi alma sin pensármelo dos veces-. Pero para qué decírtelo, si cada vez que nos miramos nos vemos por dentro; si cada vez que nos abrazamos volvemos nuestros cuerpos eternidad hasta que el mundo real nos vuelve a avisar. Cada vez que tú me hablas, cada vez que te abres conmigo, siento ganas de ponerme a escribir. Quizá sea porque así fue nuestro comienzo, entre letras. Quizá sea porque quiero eternizar también tu alma, tus emociones, el amor que siento por ti. Quizá sean muchas cosas las que me tengan ahora aquí, entre el humo del incienso, sintiéndote, aunque no estés. Nos debemos unas cuantas estrellas, una noche en la que los recuerdos del pasado se vuelvan presente. Una noche donde solo estemos tú y yo. Somos dos almas que se encuentran a menudo y cuando eso pasa, nos amamos como se aman los artistas;  creando, sintié

agua salada en mi habitación.

 Me siento en la orilla del mar y, aunque son mis sábanas las que acarician mis piernas, siento cómo el agua salada roza mi piel. Solo veo esta oscura habitación y, sin embargo, al cerrar los ojos puedo ver un hermoso atardecer. Las nubes se tiñen de fuego y el agua refleja las brasas que calientan mi alma. Escucho a Lauren Renon, "Me and the Neon" y quiero creer que esa melodía que resuena en mi mente, no es otra que la de las olas golpeando con unas rocas que acabo de inventar. Qué bonita es la imaginación, ¿verdad? Que puede hacernos vivir lo que vimos y, al mismo tiempo, vivir aquello que nos gustaría estar viviendo.