Ojalá la vida nos importase más que la muerte; ojalá el amor triunfara por encima del rencor.
Ojalá mirásemos al de al lado, y no hiciésemos otra cosa que hacerle sonreír.
Ojalá no se matara por demostrar superioridad; por una creencia, por un ideal. Ojalá todos entendiésemos que somos lo que somos por nacer donde hemos nacido, pero que podríamos haber nacido en otro sitio.
Ojalá todos nos quisiéramos.
Ojalá todos fuésemos un poco más felices cada día.
Ojalá supiésemos que nada es real; que todo acabará. Ojalá dejásemos de tener miedo. Ojalá viviésemos.
Dicen que si todos ayudamos a una persona, estamos cambiando el mundo. Pero, ¿qué es cambiar el mundo? ¿Cómo hay que cambiarlo?
Lo que para mí es ideal, para ti puede ser un infierno. Lo que a mí me hace feliz, a ti puede dolerte. Lo que yo considero algo bueno, es considerado malo por millones de personas. Entonces, ¿cuál debería ser el objetivo final?
Aquí, en Occidente, lo bueno, lo superior... se representa como algo blanco, como algo "puro". En cambio, en Oriente, se representa justo al revés; como algo negro.
Entonces, ¿qué es lo correcto?
Durante miles de años hemos matado a nuestros iguales, y nos han matado también a nosotros. Quizá, deberíamos empezar a asumir que todos somos víctimas y verdugos. Que en esta vida, nadie se salva. Que todos hacemos daño, y que a todos pueden rompernos. Quizá, deberíamos entender que sólo somos fantasía, y que nunca tendremos exactamente lo que queremos, pues la extensión de nuestros deseos supera con creces toda la realidad que podemos alcanzar.
Quizá, y sólo quizá, esperar que todos esperen lo mismo que nosotros es empezar a desesperar.
Ojalá mirásemos al de al lado, y no hiciésemos otra cosa que hacerle sonreír.
Ojalá no se matara por demostrar superioridad; por una creencia, por un ideal. Ojalá todos entendiésemos que somos lo que somos por nacer donde hemos nacido, pero que podríamos haber nacido en otro sitio.
Ojalá todos nos quisiéramos.
Ojalá todos fuésemos un poco más felices cada día.
Ojalá supiésemos que nada es real; que todo acabará. Ojalá dejásemos de tener miedo. Ojalá viviésemos.
Dicen que si todos ayudamos a una persona, estamos cambiando el mundo. Pero, ¿qué es cambiar el mundo? ¿Cómo hay que cambiarlo?
Lo que para mí es ideal, para ti puede ser un infierno. Lo que a mí me hace feliz, a ti puede dolerte. Lo que yo considero algo bueno, es considerado malo por millones de personas. Entonces, ¿cuál debería ser el objetivo final?
Aquí, en Occidente, lo bueno, lo superior... se representa como algo blanco, como algo "puro". En cambio, en Oriente, se representa justo al revés; como algo negro.
Entonces, ¿qué es lo correcto?
Durante miles de años hemos matado a nuestros iguales, y nos han matado también a nosotros. Quizá, deberíamos empezar a asumir que todos somos víctimas y verdugos. Que en esta vida, nadie se salva. Que todos hacemos daño, y que a todos pueden rompernos. Quizá, deberíamos entender que sólo somos fantasía, y que nunca tendremos exactamente lo que queremos, pues la extensión de nuestros deseos supera con creces toda la realidad que podemos alcanzar.
Quizá, y sólo quizá, esperar que todos esperen lo mismo que nosotros es empezar a desesperar.
Comentarios
Publicar un comentario