Quiero hacerte sonreír, porque tú sonrisa es la única luz que quiero seguir.
Quizá, querer verte feliz sea una acto egoísta.. Pero, ¿qué hay más bonito que verte con ese brillo en los ojos?
Dicen que todas las personas nos fallan, en algún momento de nuestra vida. Al igual, que nosotros fallamos, alguna vez, a todos aquellos seres que nos rodean. Muchas veces, no lo hacemos queriendo. Quizá, hemos tenido un mal día y se nos olvida preguntar "¿qué tal?". Sea, como sea, siempre acabamos fallando. Entonces, ¿por qué no haces las cosas bien mientras estás siendo consciente de que quieres tener a esa persona cerca de ti?
Es decir... cada segundo que pasa, es un segundo menos que nos queda para vivir. Cada día que pasa, es un día menos. ¿Estás dispuesto a pasar un día más sin esa persona por miedo a decirle "quédate"?
"No puedo vivir sin ti." O más bien: "puedo vivir sin ti, pero quiero hacerlo contigo. Los días tienen mucho más sentido cuando eres tú quién estás a mi lado".
Muchas veces, vamos caminando por la calle y vemos a una persona que en algún momento formó parte de nuestra vida... e incluso pensamos en la posibilidad de recuperarla... pero luego, pestañeamos un poco más rápido y decimos "Bah, para qué... si no está, por algo será". Bien, pues quizá no está porque no luchaste, una vez más, para que se quedase en tu vida.
Muchas veces, te veo. Y pienso en decirte que te quedes, que quiero saber cómo estás, que quiero poder hablar contigo de vez en cuando, que quiero ser la causante de alguna de tus sonrisas... muchas veces quiero pedirte que dejes de fingir que no hemos tenido una historia. Porque, claramente, hemos tenido una... y ha sido una de las historias más bonitas que cualquier persona podría desear. "Quédate". "Vuelve". "Hazlo todo, otra vez, para que sonría... y déjame hacer lo mismo contigo". Estas son las palabras que se me pasan por la cabeza cuando estamos a menos de diez centímetros... cuando casi nos rozamos.
Pero no salen, y no quieren hacerlo por el momento. Y ese, es el problema. Que todos tenemos un montón de palabras, guardadas bajo siete candados. Y, ojalá todos, encontremos cada una de las siete llaves que pueden abrirnos el camino hacia la felicidad.
Comentarios
Publicar un comentario