Ir al contenido principal

Elegiste lo más fácil.

Elegiste lo más fácil, al aceptar que lo nuestro se había acabado.
Tenías toda la vida por delante, mil sueños que cumplir.
Un millón de intentos más guardados bajo la manga.

Pero cambiaste la incertidumbre por mucha más estabilidad.
Las ganas de cambiar el mundo, por una venda en los ojos.

Cambiaste mis inseguridades, por la seguridad que tiene quien todavía no ha vivido lo suficiente.
Cambiaste tus ideales, por los de otra persona.

Elegiste cambiarte la vida.

Y, ¿sabes?

Yo siempre he creído que nadie puede ser  motivo de nuestra infelicidad. De nuestro dolor... Pero me equivocaba.

No tenía en cuenta de que cuando eres un eclipse de Luna junto a otra persona, os convertís en una sola, y cuando la otra parte se va... se va una parte de ti.

Y aunque me duela asumirlo, es así.

Para seguir adelante debo renunciar a ti. A esa parte de mí que ya nunca volveré a sentir.

Tendré que volver a crearla.

Tendré que encontrarme en otra parte.

Pero qué difícil es ahora caminar sin sentir tus dedos acariciando la palma de mi mano. Qué difícil es ahora sin sentir tu sonrisa a milímetros de mí, qué difícil es ahora que no estás, y que yo no consigo saber dónde estoy.


Comentarios

Entradas populares de este blog

y tú tampoco estás.

 Normalmente esto lo hubiera escrito de puño y letra y nunca hubiera visto la luz, pero estaba con el ordenador encendido y las ganas de escribirte me han podido. No he querido levantarme, prender la luz, perder el tiempo... Necesitaba decirte que lo siento, que estoy ardiendo por dentro de la pena que siento. Siento haber estado tan cansada algunas veces como para no sonreírte un poco más, como para no pasar a verte, como para no abrazarte con más fuerza. Siento haber estado triste algunas veces; enfadada otras. No contigo, no por ti, con la vida. Siento no haber sido siempre justa, no haberte tratado como tu alma se merecía.  Lo siento. Siento no haberte visto una última vez, no haberte dicho una vez más lo mucho que te quiero. Siento no haber llegado a ser la mujer que esperabas que fuera. Siento que no hayas conocido a esa bebé de la que siempre hablábamos. Te quiero. Siento no haberte escrito más poesías, no haber terminado antes mi libro; no haberte regalado esa segunda parte que

A corazón abierto

 El otro día tuvimos una conversación a corazón abierto -con nadie puedo, más que contigo-. Eso fue lo que me dijiste y yo callé un -me pasa lo mismo. Contigo desnudo mi alma sin pensármelo dos veces-. Pero para qué decírtelo, si cada vez que nos miramos nos vemos por dentro; si cada vez que nos abrazamos volvemos nuestros cuerpos eternidad hasta que el mundo real nos vuelve a avisar. Cada vez que tú me hablas, cada vez que te abres conmigo, siento ganas de ponerme a escribir. Quizá sea porque así fue nuestro comienzo, entre letras. Quizá sea porque quiero eternizar también tu alma, tus emociones, el amor que siento por ti. Quizá sean muchas cosas las que me tengan ahora aquí, entre el humo del incienso, sintiéndote, aunque no estés. Nos debemos unas cuantas estrellas, una noche en la que los recuerdos del pasado se vuelvan presente. Una noche donde solo estemos tú y yo. Somos dos almas que se encuentran a menudo y cuando eso pasa, nos amamos como se aman los artistas;  creando, sintié

agua salada en mi habitación.

 Me siento en la orilla del mar y, aunque son mis sábanas las que acarician mis piernas, siento cómo el agua salada roza mi piel. Solo veo esta oscura habitación y, sin embargo, al cerrar los ojos puedo ver un hermoso atardecer. Las nubes se tiñen de fuego y el agua refleja las brasas que calientan mi alma. Escucho a Lauren Renon, "Me and the Neon" y quiero creer que esa melodía que resuena en mi mente, no es otra que la de las olas golpeando con unas rocas que acabo de inventar. Qué bonita es la imaginación, ¿verdad? Que puede hacernos vivir lo que vimos y, al mismo tiempo, vivir aquello que nos gustaría estar viviendo.