El viento atizaba con fuerza mi cabello, las gotas de agua que venían del techo de la Tierra mojaban mis mejillas, aunque apenas se diferenciaban de las lágrimas que estaba derramando en ese momento. Iba corriendo por la ciudad como un niño que persigue su felicidad camuflada en forma de globo. No tenía ganas de nada, unas horas antes mi vida se había desvanecido por completo.
-Adiós, no puedo seguir contigo.
Esas palabras me habían matado por dentro aunque poco a poco el dolor también se notaba por fuera. ¿Qué iba a hacer ahora yo? La persona que estabilizaba todos mis estados de ánimo había decidido irse por alguna razón que yo desconocía. Me sentía muy mal, no entendía en qué había podido equivocarme esa vez.
Había conocido a gente que decía que un adiós solo duele cuando sabes que nunca más vas a volver a decir "hola." pero se equivocaban. Cuando quieres a alguien la simple idea de perderle, te rompe.
Mi cabeza decía que quizá solo era un "hasta luego", pero la forma en la que me había abrazado antes de irse decía otra cosa. Me había mirado a los ojos mientras decía que tenía que irse de mi vida, que iba a ser lo mejor para todos, me había mirado de tal forma que su mirada se había quedado clavada en mí, posiblemente, para siempre.
Era consciente de que cada paso que daba, estaba más lejos de él, pero no podía dejar de correr, necesitaba huir, necesitaba un poco de aire. Me paré frente a un escaparate porque alguien me había llamado, pero al verme en el reflejo, me asusté. ¿Quién era esa chica que estaba huyendo de la realidad? ¿era yo? no podía ser. Yo no podía asustarme de que mi vida se viniera abajo, tenía que superarlo, como había hecho siempre. Le llamé y con apenas un hilo de voz logré decirle que nunca iba a olvidarle. Con la conciencia tranquila entendí que me había enfrentado a un adiós que nunca quise escuchar, pero que volvería a decir "hola." ¿A quién? ¿Sería a él otra vez? No lo sabía, pero no podía quedarme quieta esperando a que la vida me sonriera por si sola. Lo único que tenía claro era que volvería a ser feliz, con o sin él.
Comentarios
Publicar un comentario