Ir al contenido principal
Buenos días, tardes, o noches. Lo que sea, pero buenos.

Esta entrada la voy a utilizar para deciros algo que me gustaría que me hubieran dicho a mí.
No estás sola/o.
No sé si has tenido un buen día, ni si has tenido uno de los peores. No sé nada de ti, ni siquiera sé quién eres. No estoy escribiendo para nadie; estoy escribiendo para todos. Así que sonríe, sonríe porque en este momento alguien está preocupándose por ti. Yo lo estoy haciendo.
Sé que hay momentos en los que nos sentimos solos, nos sentimos incomprendidos porque no hay nadie que se preocupe por los pequeños detalles que nos quitan el sueño.
También sé que muchas veces necesitamos que alguien nos pregunte qué tal el último examen que hemos hecho, o simplemente, necesitamos que alguien nos pregunte qué tal nos ha ido el día. Necesitamos pequeñas acciones para sentirnos importantes, para sentir que somos algo en la vida de alguien, ¿verdad?
¿Cuántas veces te has sentido vacío porque creías que no había nadie ahí, por ti?
¿Te has preguntado si alguien pasa las noches en vela cuando ha discutido contigo?
Apuesto a que tú eres de esas personas. Tú eres del tipo de personas que no duermen cuando creen que van a perder a alguien, y sin embargo crees que ellos estarán dormidos como si nada. Apuesto a que desconfías de la vida, porque te ha fallado unas cuantas veces. Y también apuesto a que tienes miedo de confiar en las personas, porque muchas de ellas te prometieron cosas que no han sido capaces de cumplir.
Repito que no sé quién eres, pero sé como te has sentido en algún momento.
Así que escúchame. SIEMPRE habrá alguien que se preocupe por ti, aunque no sepa cómo demostrarlo, aunque no hable contigo, aunque no tenga palabras de ánimo en tus malos momentos...SIEMPRE tendrás el apoyo de alguna persona, porque eres grande, ¿vale?
Seguramente a veces pensarás que nada merece la pena pero, ¿sabes una cosa?
Tú mereces la pena. Así que quiérete un poquito más de lo que lo haces y empieza a sonreír. La vida pasa demasiado rápida como para que no te valores lo suficiente.
Límpiate las lágrimas, mírate al espejo y repítete, una y otra vez, que todo saldrá bien. Repítetelo hasta que te lo creas.
Yo creo en ti. Sé que eres fuerte. Sé que vas a salir de esta. ¡Ánimo!

Comentarios

Entradas populares de este blog

y tú tampoco estás.

 Normalmente esto lo hubiera escrito de puño y letra y nunca hubiera visto la luz, pero estaba con el ordenador encendido y las ganas de escribirte me han podido. No he querido levantarme, prender la luz, perder el tiempo... Necesitaba decirte que lo siento, que estoy ardiendo por dentro de la pena que siento. Siento haber estado tan cansada algunas veces como para no sonreírte un poco más, como para no pasar a verte, como para no abrazarte con más fuerza. Siento haber estado triste algunas veces; enfadada otras. No contigo, no por ti, con la vida. Siento no haber sido siempre justa, no haberte tratado como tu alma se merecía.  Lo siento. Siento no haberte visto una última vez, no haberte dicho una vez más lo mucho que te quiero. Siento no haber llegado a ser la mujer que esperabas que fuera. Siento que no hayas conocido a esa bebé de la que siempre hablábamos. Te quiero. Siento no haberte escrito más poesías, no haber terminado antes mi libro; no haberte regalado esa segunda parte que

A corazón abierto

 El otro día tuvimos una conversación a corazón abierto -con nadie puedo, más que contigo-. Eso fue lo que me dijiste y yo callé un -me pasa lo mismo. Contigo desnudo mi alma sin pensármelo dos veces-. Pero para qué decírtelo, si cada vez que nos miramos nos vemos por dentro; si cada vez que nos abrazamos volvemos nuestros cuerpos eternidad hasta que el mundo real nos vuelve a avisar. Cada vez que tú me hablas, cada vez que te abres conmigo, siento ganas de ponerme a escribir. Quizá sea porque así fue nuestro comienzo, entre letras. Quizá sea porque quiero eternizar también tu alma, tus emociones, el amor que siento por ti. Quizá sean muchas cosas las que me tengan ahora aquí, entre el humo del incienso, sintiéndote, aunque no estés. Nos debemos unas cuantas estrellas, una noche en la que los recuerdos del pasado se vuelvan presente. Una noche donde solo estemos tú y yo. Somos dos almas que se encuentran a menudo y cuando eso pasa, nos amamos como se aman los artistas;  creando, sintié

agua salada en mi habitación.

 Me siento en la orilla del mar y, aunque son mis sábanas las que acarician mis piernas, siento cómo el agua salada roza mi piel. Solo veo esta oscura habitación y, sin embargo, al cerrar los ojos puedo ver un hermoso atardecer. Las nubes se tiñen de fuego y el agua refleja las brasas que calientan mi alma. Escucho a Lauren Renon, "Me and the Neon" y quiero creer que esa melodía que resuena en mi mente, no es otra que la de las olas golpeando con unas rocas que acabo de inventar. Qué bonita es la imaginación, ¿verdad? Que puede hacernos vivir lo que vimos y, al mismo tiempo, vivir aquello que nos gustaría estar viviendo.