Ir al contenido principal
Me gustaría que las personas sintieran lo que dicen. Me gustaría que durante unos días hiciéramos la prueba de no decir nada que nuestro corazón no nos pida que digamos. Me encantaría dejar de oír falsos 'te quiero' y empezar a escuchar los 'no significas nada para mí' que muchas personas se callan por el miedo de herir a la otra persona, sin darse cuenta de que callando hacen mucho más daño que pronunciando esas cinco palabras.

Esta sociedad nos ha obligado a idealizar la vida y, ahora, creemos que merecemos lo primero que llega a nuestra vida y eso, quizá sea por culpa de nuestra baja autoestima. Si, aunque posiblemente tú no lo sepas, tu autoestima está por los suelos. ¿O de verdad crees que si no fuera así aceptarías todo lo que tienes sin buscar nada más? ¿De verdad crees que te quedarías con los brazos cruzados mientras ves como va pasando la vida?
Hoy en día, hay que tener mucho coraje para enamorarse porque ahora, las palabras y las miradas dicen cosas totalmente diferentes. Hay que ser fuerte para enamorarse de la sonrisa de alguien porque algún día ya no estará contigo.

Muchas veces dependemos tanto de las personas que les cedemos nuestras canciones favoritas y cada vez que las escuchamos, nos recuerdan lo que pudo haber sido y lo que no fue por culpa de los dos.
Búscame si de verdad me quieres, no dejes que me vaya. Porque si me voy, no volverás a saber de mí. Lo siento, pero la vida es tan incierta que he aprendido que no puedo perder el tiempo con alguien que no tiene tiempo suficiente para hacerme feliz.
Yo no necesito tus grandes acciones... prefiero esos pequeños detalles que me aten a ti para el resto de mi vida.

Comentarios

Entradas populares de este blog

y tú tampoco estás.

 Normalmente esto lo hubiera escrito de puño y letra y nunca hubiera visto la luz, pero estaba con el ordenador encendido y las ganas de escribirte me han podido. No he querido levantarme, prender la luz, perder el tiempo... Necesitaba decirte que lo siento, que estoy ardiendo por dentro de la pena que siento. Siento haber estado tan cansada algunas veces como para no sonreírte un poco más, como para no pasar a verte, como para no abrazarte con más fuerza. Siento haber estado triste algunas veces; enfadada otras. No contigo, no por ti, con la vida. Siento no haber sido siempre justa, no haberte tratado como tu alma se merecía.  Lo siento. Siento no haberte visto una última vez, no haberte dicho una vez más lo mucho que te quiero. Siento no haber llegado a ser la mujer que esperabas que fuera. Siento que no hayas conocido a esa bebé de la que siempre hablábamos. Te quiero. Siento no haberte escrito más poesías, no haber terminado antes mi libro; no haberte regalado esa segunda parte que

A corazón abierto

 El otro día tuvimos una conversación a corazón abierto -con nadie puedo, más que contigo-. Eso fue lo que me dijiste y yo callé un -me pasa lo mismo. Contigo desnudo mi alma sin pensármelo dos veces-. Pero para qué decírtelo, si cada vez que nos miramos nos vemos por dentro; si cada vez que nos abrazamos volvemos nuestros cuerpos eternidad hasta que el mundo real nos vuelve a avisar. Cada vez que tú me hablas, cada vez que te abres conmigo, siento ganas de ponerme a escribir. Quizá sea porque así fue nuestro comienzo, entre letras. Quizá sea porque quiero eternizar también tu alma, tus emociones, el amor que siento por ti. Quizá sean muchas cosas las que me tengan ahora aquí, entre el humo del incienso, sintiéndote, aunque no estés. Nos debemos unas cuantas estrellas, una noche en la que los recuerdos del pasado se vuelvan presente. Una noche donde solo estemos tú y yo. Somos dos almas que se encuentran a menudo y cuando eso pasa, nos amamos como se aman los artistas;  creando, sintié

agua salada en mi habitación.

 Me siento en la orilla del mar y, aunque son mis sábanas las que acarician mis piernas, siento cómo el agua salada roza mi piel. Solo veo esta oscura habitación y, sin embargo, al cerrar los ojos puedo ver un hermoso atardecer. Las nubes se tiñen de fuego y el agua refleja las brasas que calientan mi alma. Escucho a Lauren Renon, "Me and the Neon" y quiero creer que esa melodía que resuena en mi mente, no es otra que la de las olas golpeando con unas rocas que acabo de inventar. Qué bonita es la imaginación, ¿verdad? Que puede hacernos vivir lo que vimos y, al mismo tiempo, vivir aquello que nos gustaría estar viviendo.