Ir al contenido principal

Es un poco irónico...

La verdad es que no sé muy bien cómo me siento.

Yo soy de las personas que siempre dicen: "sigue adelante, si no lo intentas... no sabrás cual es tu recompensa. Nunca te rindas... no camines hacia atrás por el camino que tanto tiempo te ha costado construir. No lo destruyas." En cambio, soy de las primeras personas que tienen ganas de tirar la toalla. Está claro que no voy a hacerlo... por mí, porque no puedo permitirme eso. Pero es un poco irónico vivir esta situación.

"Yo siempre estoy para todos, pero nadie está para mí." Esto es lo que suelo pensar cuando siento que no puedo más... Pero ahora, en este momento, me he dado cuenta de que el verdadero problema es que sí que hay gente y, por el contrario, soy yo la que no les deja ayudarme. Pero claro... quién diablos va a poder ayudarme, si ni siquiera sé lo que me está pasando.

Hace tiempo, alguien me dijo que detrás de las nubes, el cielo siempre tiene el mismo color. Que en realidad, no es ninguno. Pero vamos, lo que quería decirme era que, tras una tormenta, siempre hay algo de calma... y que no hay mal que por bien no venga. Y qué razón tenía esa persona... Pero claro, mientras todo duele, nada parece sanar. Aunque, más bien, es al revés.... el dolor es un sistema de autodefensa que se enciende cuando algo está mal... Porque si nada nos doliera, no sabríamos que hay cosas que no debemos hacer, ¿Verdad?

Bueno, como todo el mundo, acabo de dejar claro que hay ocasiones en las que no puedo más, ¿verdad? Pero, reconocer esto, me sirve para decir una cosa:

"Estoy aquí" y puedes buscarme si me necesitas... Porque no importa cuánto tiempo lleves triste, no importa todos los problemas que tengas... no importa si el dolor es tan grande que crees que no puedes superarlo... No importa, en absoluto. Yo estoy segura de que vas a poder superarlo. Sé que, hay momentos, en los que sientes como tu propio corazón se desgarra... y en los que el nudo que antes solías tener en la garganta, baja al nudo del estómago y sientes cómo te vas ahogando, poco a poco... Pero no te preocupes, eso te está fortaleciendo... Así que haz una cosa, por favor.
Acércate al primer espejo que tengas y di en voz alta la siguiente frase.
"Merece la pena....merece la pena y algún día se pasará."
Dilo unas cuantas veces, pero créetelo, porque es verdad.

Hace unos cuantos cientos de años, Troya fue engañada por el "Caballo de Troya", supongo que todos sabréis esa historia... ¿Entiendes lo que quiero decirte? Las cosas se cambian desde dentro.

No puedes pretender que todo mejore si tú no haces nada por mejorar. Si crees que en tu vida no hay nada por lo que merezca la pena luchar, créalo. Construye un montón de sueños por los que luchar, ¿vale? No te rindas. Nunca cedas... porque yo sé que puedes. Si hay cosas en tu vida que están haciéndote daño, sustitúyelas, cámbialas... Deshazte de ellas, pero no te dejes vencer por un montón de cosas que no sirven de nada...

Crea tus propios motivos por los que luchar y no te preocupes porque, algún día, llegarán solos.

Sonríe, sigue adelante. Nunca mires atrás...
Eres fuerte, vas a salir de esta.
Vamos a salir de esta.

Comentarios

Entradas populares de este blog

y tú tampoco estás.

 Normalmente esto lo hubiera escrito de puño y letra y nunca hubiera visto la luz, pero estaba con el ordenador encendido y las ganas de escribirte me han podido. No he querido levantarme, prender la luz, perder el tiempo... Necesitaba decirte que lo siento, que estoy ardiendo por dentro de la pena que siento. Siento haber estado tan cansada algunas veces como para no sonreírte un poco más, como para no pasar a verte, como para no abrazarte con más fuerza. Siento haber estado triste algunas veces; enfadada otras. No contigo, no por ti, con la vida. Siento no haber sido siempre justa, no haberte tratado como tu alma se merecía.  Lo siento. Siento no haberte visto una última vez, no haberte dicho una vez más lo mucho que te quiero. Siento no haber llegado a ser la mujer que esperabas que fuera. Siento que no hayas conocido a esa bebé de la que siempre hablábamos. Te quiero. Siento no haberte escrito más poesías, no haber terminado antes mi libro; no haberte regalado esa segunda parte que

A corazón abierto

 El otro día tuvimos una conversación a corazón abierto -con nadie puedo, más que contigo-. Eso fue lo que me dijiste y yo callé un -me pasa lo mismo. Contigo desnudo mi alma sin pensármelo dos veces-. Pero para qué decírtelo, si cada vez que nos miramos nos vemos por dentro; si cada vez que nos abrazamos volvemos nuestros cuerpos eternidad hasta que el mundo real nos vuelve a avisar. Cada vez que tú me hablas, cada vez que te abres conmigo, siento ganas de ponerme a escribir. Quizá sea porque así fue nuestro comienzo, entre letras. Quizá sea porque quiero eternizar también tu alma, tus emociones, el amor que siento por ti. Quizá sean muchas cosas las que me tengan ahora aquí, entre el humo del incienso, sintiéndote, aunque no estés. Nos debemos unas cuantas estrellas, una noche en la que los recuerdos del pasado se vuelvan presente. Una noche donde solo estemos tú y yo. Somos dos almas que se encuentran a menudo y cuando eso pasa, nos amamos como se aman los artistas;  creando, sintié

agua salada en mi habitación.

 Me siento en la orilla del mar y, aunque son mis sábanas las que acarician mis piernas, siento cómo el agua salada roza mi piel. Solo veo esta oscura habitación y, sin embargo, al cerrar los ojos puedo ver un hermoso atardecer. Las nubes se tiñen de fuego y el agua refleja las brasas que calientan mi alma. Escucho a Lauren Renon, "Me and the Neon" y quiero creer que esa melodía que resuena en mi mente, no es otra que la de las olas golpeando con unas rocas que acabo de inventar. Qué bonita es la imaginación, ¿verdad? Que puede hacernos vivir lo que vimos y, al mismo tiempo, vivir aquello que nos gustaría estar viviendo.